Lewandowski, un ejemplo para muchos

A Lewandowski se le caen los goles del bolsillo. Y eso no es quitarle mérito. Al contrario. Es un privilegiado con un don especial para explotar al máximo la capacidad ofensiva de su equipo. Lo hizo de joven en el Borussia Dortmund, lo ha hecho durante ocho temporadas en el Bayern y ahora, en plena madurez, lo hará en el Barça. De momento, cuatro tantos en tres encuentros de Liga que demuestran su irrefrenable poder en ataque. Pero Lewandowski no solo marca, sino que asiste y manda, convirtiéndose en un auténtico líder. Además lo hace con la naturalidad y la humildad de los auténticos cracks. Xavi está gratamente sorprendido por el compromiso mostrado por el delantero polaco, que entrena como un novel para ganarse el puesto en el once titular. Podría actuar con superioridad. Incluso con soberbia. Porque es la estrella. Pero no. Ha adoptado el rol del buen maestro que guía a sus pupilos para que sean mejores alumnos.

A sus 34 años, Lewandowski sigue exhibiendo una extraordinaria profesionalidad. De la que muchos deberían aprender. Superdotado físicamente, puede alargar su carrera hasta cuando quiera porque su rendimiento está más que asegurado. El entorno más crítico del Barça (aquel que cuestionará siempre todo lo que haga Laporta, sea lo que sea) puso en duda el acierto de fichar a un futbolista de su edad por 45 millones de euros (más 5 en variables). Ahora, aunque nadie sea capaz de rectificar (eso de elogiar al presidente no está bien visto), Lewandowski ha dejado en silencio a los detractores de su incorporación. Y esto no ha hecho más que empezar...

Lewandowski está llamado a ser el líder del nuevo Barça. Su experiencia conjuga perfectamente con la juventud de Ansu, Pedri, Gavi... logrando una combinación ideal para esta etapa de construcción. La plantilla que deseaba Xavi para afrontar una temporada de máxima exigencia está casi cerrada. Quedan por concretar dos fichajes (los laterales Marcos Alonso y Meunier) y cuatro/cinco salidas (Dest, Pjanic, Memphis, Aubameyang y Braithwaite). Mateu Alemany tiene 48 horas (hasta las 12 de la noche del 1 de septiembre) para culminar el gran trabajo realizado durante todo el verano. Posiblemente, este ha sido el mercado más intenso de la historia reciente. Pero tanto movimiento era indispensable para llevar a cabo la revolución eternamente pendiente. Culminar la transformación total del vestuario con éxito sería (será) un milagro, impensable hace menos de dos meses.