La selección mostró su carácter ganador

Acostumbrados a ganar

Golpe de efecto. <strong>Los jugadores de la selección española realizaron su mejor partido ante el rival más temible</strong>. Serbia se había paseado en el Mundial y parecía que el equipo de Scariolo sería otra víctima propicia. Pero los de Djordjevic no estuvieron a la altura del juego competitivo que desarrollaron los españoles. 

Es cierto que la selección no estaba completando un gran torneo, pero no lo es menos que el equipo español cuenta con unos cuantos jugadores de enorme nivel que tienen muy interiorizado un implacable espíritu ganador forjado durante muchos años de éxitos. Los serbios se colapsaron ante una defensa con escasas fisuras y no supieron frenar un ataque descarado con un notable acierto en el lanzamiento exterior. 

Ahora el escenario ha variado notablemente. El resto de candidatos  a las medallas ya ha colocado a los españoles en su punto de mira. A buen seguro que no se fían en absoluto de un conjunto capaz de rendir al máximo cuando las circunstancias así lo exigen. Eso no está al alcance de todos.

Mínimas notaciones 

Scariolo está gestionando con prudencia las rotaciones. Ante Serbia tres jugadores no entraron en pista y Oriola solo jugó los siete primeros minutos. Por tanto, el peso del partido recayó en ocho hombres. Y creo que a partir de ahora, el seleccionador seguirá en esa misma línea en los partidos ajustados. 

Cabe destacar que para superar a un rival como Serbia las piezas básicas han de rendir a un buen nivel. Sin ir más lejos, el partido de Ricky Rubio permite pensar que se puede aspirar a todo. El resto de selecciones tampoco tienen un banquillo espectacular. La virtud de la selección es que, con una rotación corta, puede plantar cara a cualquiera, se llame como se llame. 

Scariolo dispone de varios jugadores que no tienen nada que envidiar a nadie. Ahora, para luchar por los puestos de privilegio deberán superar a Polonia, que pese a estar haciendo un buen torneo está lejos de las prestaciones de los españoles.