¿Qué hubiera hecho Florentino Pérez con Leo Messi?

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

Hoy faltan dos días, solo dos, para que Leo Messi deje de ser oficialmente jugador del FC Barcelona. A cuarenta y ocho horas de que eso ocurra, debemos dar por buenas las tranquilizadoras noticias que nos llegan desde ambas orillas del Atlántico, léase entorno del jugador y club: la renovación, algo compleja en su contenido y redactado, va por buen camino. Es decir, no debemos descartar que muy pronto dé a luz la buena nueva. La continuidad de Messi, como todo lo que le rodea, no es un tema menor. Entre otras cosas, porque tiene/tendrá un enorme impacto en el presente y futuro inmediato de la entidad, tanto a nivel deportivo como económico. El Barça está diseñando la plantilla 2021-2022 con él, del mismo modo que anda perfilando con cincel y martillo el presupuesto teniendo en cuenta el millonario salario que recibe. La verdad es que no sé muy bien cómo juzgar el hecho de que tres meses después de tomar posesión de la presidencia del FC Barcelona, Joan Laporta todavía no haya podido hacer oficial la renovación de Messi, una de sus grandes promesas electorales.

¿Es normal?¿Excesivo tiempo? Aquí, como siempre, todo dependerá de cómo acabe la película. Si finalmente Laporta consigue el “sí” de Leo, será su primer gran éxito como presidente, pues habrá sido única y exclusivamente mérito suyo. Sí, porque esta renovación se la ha tomado como un desafío personal y solo él y sus más estrechos colaboradores (el nuevo CEO, por ejemplo) han participado en el diseño de la estrategia y estructura financiera. Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que Barça y Real Madrid son vasos comunicantes, y continuamente comparamos a un club con el otro, siempre he sentido curiosidad y me he preguntado: ¿cómo hubiera reaccionado Florentino Pérez ante la situación provocada por el burofax de Messi el pasado verano? ¿A estas alturas de la temporada todavía estaría negociando la continuidad de Leo?

Es evidente que Messi come en una mesa aparte al resto de futbolistas habidos y por haber y que la dimensión de su figura e incidencia en el juego colectivo del Barça no tiene parangón. Sin embargo, y aún sin llegar a estar a la misma altura que Leo, Cristiano Ronaldo fue durante muchos años el buque insignia del Real Madrid. Al luso no se le ocurrió otra cosa que echarle un pulso a Florentino Pérez el mismo día que ganó la Copa de Europa y su respuesta fue ésta: trae 100 millones y te puedes ir. El mismo ejemplo lo tenemos con Sergio Ramos, una leyenda del madridismo. A sus 35 años le pidió tres años de contrato a Florentino y cobrar más de lo que ya cobraba. “Lo he dado todo por el Real Madrid”, argumentó el de Camas. Y el presidente, molesto por las exigencias de Ramos en estos tiempos de crisis, le respondió: “Estamos empatados, porque el Real Madrid también te ha pagado muy bien”.

La moraleja aquí es que Florentino cree firmemente que nadie está por encima del club ni es imprescindible. Siempre ha pensado que los futbolistas de élite son egoístas por naturaleza y que alguien, o sea él, tiene que ponerlos en su sitio. Nadie se imagina un Barça sin Messi, pero por ley de vida algún día tendrá que irse. Por eso, Laporta, como ya propuso primero Bartomeu, trabaja en un contrato vitalicio para que Leo sea siempre representante y símbolo azulgrana. Con Florentino al mando esto no ocurriría. En este caso no tengo dudas: menos mal que el Barça no es el Real Madrid. 

La clave: viendo cómo han terminado Ramos y Cristiano Ronaldo, es fácil de deducir.

La maldición de la Champions League

No es la primera vez en la historia que un club despide o ve cómo se marcha su entrenador después de conquistar un gran título. Que se lo pregunten al Real Madrid, por ejemplo, o al Bayern Múnich, con Vicente del Bosque, Zidane o Heynckes. Sin embargo, lo que ha pasado esta temporada en el FC Barcelona podría decirse que es de ciencia ficción. Resulta que su equipo de balonmano ha firmado la mejor temporada de su historia: 61 partidos jugados, 61 ganados y todos los títulos en el zurrón. Igualmente su equipo femenino ha cuajado el año soñado, triplete con la primera Champions League de su historia. Pues bien, ni Xavier Pascual (balonmano) ni Lluis Cortés (fútbol) seguirán la próxima temporada en el Barça. Increíble, pero cierto. Pascual se va porque aconsejaron al presidente Laporta que era la mejor decisión de cara al futuro. A ver si el que viene logra mejorarlo o, mejor dicho, igualarlo. Son cosas que, desde fuera, cuesta entender, te lo expliquen como te lo expliquen. Y el adiós anunciado de Lluís Cortés (era cuestión de tiempo) demuestra que detrás del escaparate de los éxitos, se esconden muchas cosas que no trascienden, pero que tienen un enorme peso específico en la convivencia del día a día. Ya ven, alcanzar la gloria no siempre es sinónimo de estabilidad.