La guerra Madrid-PSG sube un nuevo peldaño

Una cámara de Real Madrid televisión grabó toda la escena que Nasser Al- Khelaïfi y Leonardo protagonizaron en las entrañas del Santiago Bernabéu contra el árbitro del partido entre el Real Madrid y el PSG una vez consumada su eliminación. Hubo de todo (gritos, golpes de puertas, amenazas), unos incidentes que fueron grabados por una persona que llevaba un móvil y por una cámara de Real Madrid TV.

Al ver el del móvil, Nasser Al-Khelaïfi le exigió que dejara de grabar e inmediatamente un guardia de seguridad del club parisino le propinó un golpe y el móvil voló por los aires. El Real Madrid, poseedor de todas estas imágenes, las hizo llegar a la UEFA para que Nasser Al- Khelaïfi y el PSG fueran sancionados.

El Madrid podría haber ocultado las imágenes y dejar el tema archivado, como un calentón de un presidente que acaba de sufrir una humillación. Pero no. Las envió a la UEFA. Este detalle del club madridista es el motivo que la tensión entre el Real Madrid y el PSG haya aumentado a cuotas jamás vistas hasta ahora. Ya había motivos suficientes, y ahora existe uno más.

Primero, el continuo cortejo de Mbappé (el Real Madrid invitó a la familia del francés al Santiago Bernabéu), luego las diferencias entre Florentino y Nasser Al-Khelaïfi por la visión de futuro del fútbol europeo. El primero es el valedor de la Superliga europea y el segundo, el defensor del actual sistema que defiende la propia UEFA.

La tensión entre ambos ya vivió un episodio en París, el partido de ida, cuando en el almuerzo de directivas Florentino Pérez llegó tarde y, desde el bando parisino, se interpretó como una falta de respeto. O como cuando no respondió y miró al suelo cuando fue cuestionado por la Superliga.

El Real Madrid, consciente de todo este trasfondo, quiso subir un peldaño más en la tensión, aprovechando su acceso a los cuartos de final. El Madrid quería bombardear la relación entre el PSG y la UEFA con unas imágenes en las que los dirigentes del club parisino perdieron los nervios por una derrota que hace mucho daño por tener encarrilada la eliminatoria y verse cómo, al igual que un castillo de naipes, se desmoronó.