Espai Barça: que el bosque no nos impida ver el árbol

Laporta visita las obras del Camp Nou

Así ha sido la visita de Joan Laporta al Camp Nou en obras / FCB

Toni Frieros

Toni Frieros

Sí, sí, ya sé que la frase es al revés. Verán, ‘el bosque’ del mastodóntico proyecto patrimonial que es la remodelación del Camp Nou y el Espai Barça en su conjunto, no debe impedirnos ignorar u olvidar el ‘árbol’, el origen, que no es otro que el proceso de selección que ganó Limak como empresa responsable para acometer la obra más importante en la historia del FC Barcelona. Un ‘tender’ sobre el que todavía, hoy, hay muchas e importantes preguntas que responder.

Celebro y aplaudo, sinceramente, que ahora el club convoque reuniones informativas con los socios para contarles el estado de los trabajos. También que la empresa turca Limak realice el esfuerzo pedagógico de explicar a los medios de comunicación su trayectoria, sus bonanzas empresariales y detalles muy interesantes del complejo proceso de construcción. Incluso que la vicepresidenta Elena Fort se exprese con tanto entusiasmo cuando hace tan solo unos años criticaba ferozmente que el club se hipotecara en 800 millones para hacer el Espai Barça y ahora que costará 1.500, tan campante ella.

También es una excelente noticia que el director de operaciones del Espai Barça, Joan Sentelles, salga a la palestra y desvele aspectos ‘micros’ y ‘macros’ de este gran proyecto de club y de ciudad. Ahora bien, me habría gustado que toda esa información y ‘pretendida’ transparencia (por cierto, ¿ya no habrá marcador 360 grados? ¿ya estamos cambiando cosas?) se hubiera aplicado desde el primer día. Y a todo.

A ver… ¿Por qué se eliminaron las condiciones de máximos para optar a la remodelación del Camp Nou con las que sí venían trabajando diferentes empresas constructoras desde 2017? ¿Por qué se cambiaron justo después de que abandonara el club el responsable de Patrimonio, el ingeniero Ramón Ramírez? Cuando llegó al club la propuesta de Limak, ¿qué requisitos estaban vigentes, los de máximos o los nuevos que, en teoría, entraron en vigor en septiembre de 2022?

Y la más importante: ¿Qué comité o comisión de expertos tomó la decisión final? ¿El nuevo jefe del Área de Operaciones y Compras? ¿Por qué no quiso estar presente en la votación final de la Junta Directiva el responsable del Espai Barça, Jordi Llauradó, que también se abstuvo a la hora de votar la financiación… y por qué razón dimitió? 

Extraño y curioso este FC Barcelona. Le encarga la auditoria económica a una empresa que no forma parte de las ‘Big Four’ del sector, el proyecto ejecutivo y la dirección de obra del Espai Barça a una ingeniería pequeña de Terrassa, la remodelación del Camp Nou a una constructora que no está entre las cincuenta más importantes del mundo. Menos mal que ese mismo criterio no lo aplica a la hora del fichar para el primer equipo de Xavi…