El día que el Bayern pudo enterrar el sueño de Lewandowski

El pulso de Robert al club bávaro a punto estuvo de abortar el traspaso

Robert Lewandowski y su mujer Anna han aprovechado las vacaciones para pasar unos días en Mallorca mientras se resuelve su posible fichaje por el FC Barcelona

Robert Lewandowski y su mujer Anna han aprovechado las vacaciones para pasar unos días en Mallorca mientras se resuelve su posible fichaje por el FC Barcelona / PREMIER PHOTO PRESS

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

La pasada semana publicábamos que la familia Lewandowski tenía decidido forzar su salida del Bayern para recalar en el Barça desde hace tiempo. Hoy, a las puertas de ver el sueño hecho realidad, estamos en condiciones de relatar uno de los momentos más escabrosos que hasta la fecha se han vivido en el proceso negociador. Fue el momento preciso en el que tanto Robert como su esposa Ana vieron peligrar el traspaso.

Todo sucedió justo después de la disputa de las eliminatorias de la Nations League. Mientras en Can Barça y en el barcelonismo se celebraban las declaraciones de Lewandowski señalando su intención de poner el punto y final a su etapa en el Bayern, en la cúpula del conjunto muniqués encajaban el desafío y se preparaban para dar toda una lección a su gran estrella. El ‘compromiso culé’ del internacional polaco no podía tolerarse como una medida de presión en el Allianz.

Robert y su esposa fueron llamados a capítulo e invitados a una reunión de lo más formal. Una cita que, según ha confirmado SPORT, acabó con un pequeño drama y una amenaza en toda regla: o llegan 75 millones de euros o Lewandowski podía quedarse toda la temporada en la grada. Y viendo como las gastan en el club bavarés, el tono desafiante no fue interpretado precisamente como una bravuconada. Ni por asomo. 

Cambio de estrategia radical

Lewandowski y su agente, Pini Zahavi, trasladaron la amenaza del Bayern a Laporta, Alemany y compañía. Desde entonces, cambio de estrategia radical en la escenificación de todo el proceso negociador. El malestar con Robert y el nulo feeling con la ‘piraña codiciosa’ de su representante se tradujeron de forma inmediata en muestras de desprecio más que evidentes: el Bayern ni tan siquiera se molestó un segundo en responder a las dos primeras ofertas que el Barça trasladó. La callada por respuesta.

Vuelta a empezar con un perfil público más bajo. Al internacional polaco no se le ha arrancado una sola declaración más referente a su salida y, por supuesto, su intención de no volver a vestir ni tan siquiera la ropa de entrenamiento del Bayern quedó en nada. Tal y como estaba diseñado por la escuadra germana, y aunque fuera con unos minutos de retraso, con un rostro malhumorado y si apenas saludar a nadie, Robert regresó a los entrenamientos y se sometió a la disciplina del que todavía es su club.

Y a todo esto el Barça se olvidó de propuestas que oscilaban sobre los treinta y tantos millones en fijo y variables. Hoy ya nos acercamos a los 50 y Lewandowski se aproxima al Barça.