Un clásico especial que no decidirá nada

Fermín, Ferran y Lamine, protagonistas del triunfo del Barça

Fermín, Ferran y Lamine, protagonistas del triunfo del Barça / JAVI FERRÁNDIZ

Joan Vehils

Joan Vehils

El clásico de esta noche llega sin un claro favorito. Es verdad que el Barça tiene más lesionados que el Madrid, pero tan cierto como que los blancos también están acusando las bajas en defensa y, sobre todo, en la portería.

A todo eso, el Barça no ha perdido ningún punto en Montjuic mientras que el equipo de Ancelotti solo tropezó ante el Atlético. Máxima igualdad en muchos aspectos menos en uno.

La actitud y compromiso que los futbolistas del Barça están demostrando durante los últimos encuentros es muy superior a lo que estábamos acostumbradas en las últimas temporadas.

Al margen del rendimiento que están dando los jóvenes de la cantera, ayer, sin ir más lejos, todos los jugadores, lesionados incluidos, se presentaron al entrenamiento matinal previo al encuentro de hoy.

Algunos, todavía renqueantes, se han ofrecido a Xavi por si los necesita. Se nota aquí el trabajo de puertas adentro que el entrenador ha hecho desde que se sentó en el banquillo azulgrana.

No es sencillo tener motivada a toda la plantilla y el técnico del Barça lo está consiguiendo. No es fácil tratar a un grupo de futbolistas de élite como una familia y no siempre el resultado de este cometido es positivo, pero Xavi es testarudo y todo indica que esa es una de las claves de este equipo.

O sea, que saben sufrir cuando es necesario, hacer piña cuando se requiere y, lo más importante, ser siempre competitivos. Si logran mantener esa competitividad durante los 90 minutos, el Barça tiene muchas opciones de lograr la victoria.

De cualquier manera, hoy solo hay tres puntos en juego. Es un clásico especial por ser el primero en Montjuic y porque los jugadores lucirán una camiseta con esa provocadora lengua de los Rolling Stones, pero hoy no se decidirá nada.

Con permiso del Girona, el ganador de esta tarde todavía tendrá que sudar mucho para conquistar esta Liga.

Eso sí, la alegría de ganar un clásico es siempre placentera.