La cantera y la hoja de ruta de Laporta

Ansu Fati volvió por lo alto con un gol en la victoria del Barcelona sobre el Levante

Ansu Fati volvió por lo alto con un gol en la victoria del Barcelona sobre el Levante / AS

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta tiene una hoja de ruta para el Barça. Clara. Sabe lo que hay que hacer para revertir la situación. Y regresar a la senda del triunfo. El presidente ganó las elecciones prometiendo ilusión. Y este domingo vimos los primeros rayos de esperanza. Entendimos lo que significa. El triunfal regreso de Ansu Fati (ni el mejor especialista podía haber escrito un guión tan perfecto) es el espejo en el que debe reflejarse el proyecto de futuro del máximo dirigente blaugrana. La apuesta por el estilo y por la cantera son irrenunciables. Forman parte del ADN ideológico de Laporta. Y lo defenderá hasta las últimas consecuencias. La explosión de euforia que hubo en el Camp Nou con el gol de Ansu no se corresponde, ni por asomo, al rendimiento global del equipo. Pero significa mucho más: es la clave para entender qué quieren los socios y aficionados en estos momentos.

No es que renuncien a los títulos. Por supuesto. Nadie renuncia a los títulos. Ni siquiera Laporta. Bueno, Laporta menos que nadie. Sin embargo, todo el barcelonismo ha entendido que la situación es tan compleja, que la herencia recibida es tan terrorífica, que hay que tener paciencia. Y agarrarse a una realidad prometedora: esta plantilla tiene futuro. Con Ansu Fati (18 años). Con Mingueza (22). Con Araujo (22). Con Eric Garcia (20). Con Nico (19). Con Gavi (17). Con Demir (18). Hasta con Riqui Puig (22). Ocho jóvenes futbolistas que participaron en la cómoda victoria ante el Levante y que representan el espíritu de esa revolución que prometió el presidente al final de la pasada temporada. 

Los directivos del Barça están muy satisfechos de la respuesta del público en los partidos disputados en el Camp Nou. En la victoria, pero sobre todo en la derrota. En los buenos (que han sido pocos, hasta ahora) momentos y, especialmente, en los malos. Existe la sensación que han sabido transmitir, al fin, que nos encontramos en una temporada de transición en la que lo importante no es tanto ganar (que también, por supuesto) sino avanzar en esta hoja de ruta marcada por Laporta. Con el apoyo de los socios (había una tercera parte del aforo, es verdad) todo es más sencillo. Una cosa son las redes sociales, los ‘trolls’, el entorno (tantas veces dañino e incluso mezquino) y otra el culé de a pie que ama al Barça con todo su corazón. El que llora cuando las cosas van mal y el que también llora, pero de alegría, cuando van bien. Este culé ha entendido el mensaje. Ahora toca no decepcionarlo...