El caché de La Roja

Luis Rubiales, presidente de la Federación España de Fútbol

Luis Rubiales, presidente de la Federación España de Fútbol / EFE

Marc Menchén

Marc Menchén

El fútbol es un espectáculo, pero no siempre estuvo tan claro que una ciudad tuviera que pagar por albergar un evento. También podría darse el caso que fuera de interés de la propiedad deportiva el abrir mercado.

Durante años, de hecho, el criterio de la selección siempre fue el ir haciendo una especie de tour por el país para acercar a las estrellas a todo el territorio y, de paso, contentar a la federación autonómica que ejercía de anfitrión. Pero la industria ha cambiado y la RFEF ha visto que puede hacer negocio con estos partidos.

Desde hace un par de años, la Federación abre concursos públicos para que sean las administraciones locales las que pujen por captar estos encuentros. Es el proceso por el que tuvo que pasar el Espanyol, que licitó por unos derechos por los que el canon mínimo ascendía a 300.000 euros. Es lo mínimo que ‘La Roja’ exigía al adjudicatario por cada uno de sus amistosos de esta ventana FIFA, además de hacerse cargo de la estancia de la delegación visitante.

¿Dónde está el negocio para la ciudad? En el impacto mediático que pueda tener el duelo pensando en el turismo, la visibilidad que dé al estadio -será el RCDE Stadium- de cara a otros organizadores de eventos y poco más. En muchas ocasiones, como sucede con los trazados, el organizador recupera la inversión con la recaudación de la taquilla y la publicidad, pero en este caso es la RFEF la que se encarga de este negocio.

Este precio se fija en función del coeficiente UEFA o FIFA del rival, pero también hay penalizaciones si el aforo del estadio tiene menos de 30.000 asientos. Y no es de los ‘fees’ más caros, como demuestran otros acuerdos que la Federación ha ido firmando en estos últimos meses. Ahí, Andalucía ha sido su principal cliente.

En plena pandemia, las administraciones públicas de la región destinaron nueve millones de euros para llevarse al sur algunos de los principales eventos organizados por la RFEF. Lo más caro continúa siendo la final de Copa, por las que la Junta pagó 4,8 millones a cambio de tres ediciones.

No alcanza los 2 millones por edición que en su día quiso Luis Rubiales, pero evidencia que ese sí es uno de los grandes activos federativos, pues ese sí mueve en masa a más de 30.000 personas de las aficiones de los equipos que juegan, con la consecuente actividad económica para la restauración y los hoteles. 

Y comprar al granel siempre tiene descuento. Andalucía se quedó 24 partidos hasta 2024 entre las absolutas masculina y femenina y la sub-21 masculina, con un ‘fee’ de entre 75.000 euros y 200.000 euros. Eso es lo que vale hoy La Roja en su ciudad.