Opinión

Buscando un Busi

La irrupción de Busquets fue un punto de inflexión histórico para el Barça

La irrupción de Busquets fue un punto de inflexión histórico para el Barça / Paco Largo

Hubo un día en que Johan Cruyff, para generar superioridades, necesitó un medio centro que pensara más rápido que nadie para hacer llegar el balón al compañero libre un segundo antes de que lo imaginara cualquier jugador rival. Guardiola fue el mejor ‘4’. La evolución del deporte llevó al medio centro del Barça a ser una pieza clave para el equilibrio del equipo y para la presión, además de mantener la fundacional clarividencia con el balón. Sergio ha hecho historia en quince temporadas.

Tras su adiós, la lista publicada sobre los candidatos a sustituirle es larguísima: Amrabat (Fiorentina), Brozovic (Inter), Florentino Luis (Benfica), Guido (Betis), Jorginho (Arsenal), Kimmich (Bayern), Neves (Wolfs), Palhinha (Fulham), Rodri (ManCity), Tielemans (Aston Villa), Vermeeren (Ambers), Verratti (PSG), Zubimendi (Real Sociedad)... El escenario sonroja. Sorprende observar cómo la decadencia del club en los últimos años también ha afectado a una de las señales de identidad del Barça: la formación de futbolistas de La Masia en demarcaciones tan icónicas e identitarias como la del medio centro. 

No hace falta insistir mucho en la idea pero tal vez sí es interesante recordar que en las etapas de grandes títulos y de admiración mundial por el juego del Barcelona siempre ha habido un medio centro de la casa -Pep y Sergio por encima de todos, pero también Milla, Amor, De la Peña, Celades, Motta, Thiago o Xavi, antes de triunfar como interior-. Y, evidentemente, no es casualidad que los fichajes hayan sufrido mucho en su adaptación a una idea tan exclusiva como complicada. Más allá de los títulos, no funcionaron Petit, Rochemback, Albertini, Van Bommel, Mascherano, Song, Arthur, Pjanic o Kessie; un crack como Yaya se fue aburrido de Sergio y, curiosamente, tuvieron cierto rendimiento jugadores readaptados desde el interior, como Cocu, o desde la posición de central, como Popescu, Márquez o Edmilson -campeón de Europa en 2006, con Rijkaard-. Ser el medio centro del Barcelona es muy complicado.  

Hoy es imposible pensar que el nuevo Busi va a salir de La Masia. Nico puede regresar de su cesión pero a Xavi no le acaba de convencer en esta demarcación, y Casadó -filial- Biel, Gerard o Pau -juveniles-, ahora no son alternativa. Sin dinero para locuras, De Jong parece la única salida a pesar de que el técnico tampoco contempla al holandés como su opción ideal. Y dicho esto, habrá que ponerse las pilas porque en épocas de economía de guerra todos los clubes echan mano de su cantera y el Barcelona, tantas décadas admirado por su modelo de formación, cuando más lo ha necesitado, no ha podido.