Bosman-Superliga, dos mundos nuevos

Bernd Reichart, es el CEO de la Superliga

Bernd Reichart, es el CEO de la Superliga / Europa Press

Albert Masnou

Albert Masnou

Jornada histórica para el fútbol de la misma manera que fue cuando llegó la sentencia Bosman. El alcance del resultado de la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a favor de la Superliga tendrá consecuencias similares a las de la victoria en los juzgados de la reivindicación del jugador belga. Con la sentencia a Bosman se liberalizó el ámbito laboral del fútbol, con la de la Superliga se libera el ámbito superior, el de la producción, el de las organizaciones, el de los derechos económicos, el de las empresas que gestionan el mundo del fútbol.

Bosman no acabó siendo un jugador que marcó una época, de la misma manera que puede ser que la Superliga no sea un proyecto que se convierta en realidad. En todo caso, sí que ha servido para romper una hegemonía existente y abre una barrera para una nueva realidad que cambiará el fútbol, de la misma manera que marcó en su ámbito la ley Bosman. Con el jugador cambió la retribución de los futbolistas, con la sentencia de la Superliga favorecerá el ámbito de la producción, de la creación de riqueza o productos nuevos. 

Un mundo nuevo empieza de la que nadie tiene la certeza de cómo será. Está claro, y así lo han deslizado las partes implicadas, que las organizaciones dominantes (UEFA, Liga o FIFA) están obligadas a abrir la puerta para negociar y participar en este nuevo escenario que se abre. Todo cambia en el mundo del deporte y lo que hace cuatro días parecía imposible, ahora nada es descartable. El ejemplo es el circuito LIV de golf, una competición que fue considerada menor al inicio, pero que ahora ya tienen a los mejores golfistas del momento. La PGA tiembla y la UEFA no las debe tener todas consigo tras la sentencia del tribunal de la Unión Europea. Y es que cuando veas las barbas de tu vecino cortar...