La regla de balonmano que permitió la prórroga en el España-Noruega

España forzó la prórroga con un gol sobre la bocina que llegó tras un pasivo de Noruega

Los españoles terminaron ganando el partido 35-34 tras disputar dos prórrogas en un emocionante duelo

Los jugadores de España celebrando la victoria ante Noruega en los cuartos de final del Mundial de Balonmano en Polonia.

Los jugadores de España celebrando la victoria ante Noruega en los cuartos de final del Mundial de Balonmano en Polonia. / EFE

SPORT.es

SPORT.es

La selección española de balonmano disputaba los cuartos de final del Mundial ante Noruega, y consiguieron finalmente el pase a semifinales tras dos prórrogas.

España forzó la primera prórroga con un gol que sacudió el equipo de Jordi Ribera, que jugaba en inferioridad numérica. Los hispanos perdían 24-25 y los nórdicos poseían el balón, pero sucedió lo que nadie creía ya posible.

Los noruegos se pasaban el balón sin intención de atacar ni arriesgar para agotar los últimos segundos de posesión y esperar que se acabara el tiempo.

Pero los árbitros, que se percataron de sus intenciones, indicaron pasivo a cuatro segundos del final del partido. El jugador noruego que tenía el balón en las manos lo dejó en el suelo, y los españoles organizaron un ataque en pocos segundos.

Se desmarcó Dani Dujshebaev, que se encontraba solo frente al portero Bergerud. Recibió el balón a siete metros de la portería, se giró y lanzó. El esférico entró en la portería y los españoles saltaron de alegría por haber forzado la prórroga de la manera más emocionante posible: empatando en el último segundo.

Se llegó a jugar una prórroga más, y finalmente los españoles ganaron por 35-34. Pasaron a semifinales del Mundial de Balonmano de manera épica.

La curiosa norma del balonmano

El último ataque de los de Jordi Ribera pudo existir gracias a la regla del pasivo. Se trata de una infracción que se señala cuando el equipo que tiene la posesión del balón claramente no tiene la voluntad de atacar o de tirar. Los árbitros levantan un brazo para señalar esta infracción, y los jugadores atacantes tienen cuatro pases para terminar la jugada.

Si no lo hacen, el equipo debe dejar el balón en el suelo, y la posesión pasa a ser del conjunto contrario. Es el caso del partido entre España y Noruega. Y esta acción permitió a España armar el último ataque se acabaría en el gol del empate.