Toro Rosso: Una de romanos

Cuando falta poco más de un mes para que el Mundial de F1 alce el telón en Melbourne, la escudería Toro Rosso presentó ayer en Montmeló su nuevo proyecto para la temporada 2007

Los responsables del equipo, con su copropietario, el ex piloto austríaco Gerhard Berger a la cabeza, comparecieron ante la prensa para explicar las novedades del STR2, que aún nadie ha visto, y confirmar, de momento, a uno de sus dos pilotos.

Todo apunta a que la escudería mantendrá a sus titulares del pasado año, Vitantonio Liuzzi y Scott Speed, aunque sólo el primero de ellos estuvo ayer en el Circuit. Berger aseguró que el italiano "se ha ganado el puesto en base a su trabajo y su progresión", pero matizó el estadounidense tendrá que esperar: "Speed sigue en la pole position para ser piloto de Toro Rosso esta temporada, pero aún no hay nada firmado. Quedan algunos problemas contractuales por resolver".

El austríaco se mostró realista y advirtió que "no tenemos presupuesto para fichar a una super estrella". Tampoco confirmó el nombre del piloto probador, mientras que el francés Sebastien Bourdais se encuentra ya inmerso en los tests de pretemporada de la Cham Car.

Respecto a la polémica del chasis, que otros equipos han denunciado por ser una continuación del monoplaza de Red Bull, Berger no negó que fuera obra de Adrian Newey, pero señaló que "son coches completamente diferentes y les aseguro que nuestro monoplaza no tiene nada de ilegal".