El (sentido) homenaje de Bastianini al desaparecido Gresini

El joven piloto italiano, de 24 años, consiguió coronarse entre los 'reyes' con un triunfo autoritario por delante de Binder y Pol Espargaró

Marc Márquez, quinto, empieza con cierta ventaja sobre los otros dos grandes favoritos al título, Quartararo (10º) y Bagnaia, que se fue al suelo

Bastianini, un nuevo contendiente

Bastianini, un nuevo contendiente / Alejandro Ceresuela

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Esto solo acaba de empezar y lo ha hecho como todo el mundo pronosticó que podía ocurrir: con espectáculo, sorpresas, novedades, igualdad, chicos que se estrenan, campeones que sufren, favoritos que se caen, candidatos que desfallecen y, sobre todo, con una de las victorias más hermosas, emocionantes y vibrantes de las últimas décadas.

Sí, sí, sonará a exagerado, no lo dudo, pero lo que hoy ha ocurrido en el circuito de Lusail, en Doha, capital de Qatar, bajo una lluvia de luces, de focos impresionantes, en un trazado, en efecto, desértico pero con un ‘show’ apasionante, ha sido una de las noticias más bellas del mundo. Un joven italiano que casi debutaba, casi, en MotoGP, de 24 años, que es pura furia (hasta le llaman ‘La Bestia’), llamado Enea Bastianini consiguió la primera victoria de su vida en MotoGP en un equipo que debutaba en la máxima categoría.

Pero no acaba todo ahí. No, no, que va, posiblemente eso sería poco vistoso o llamativo. Ese equipo es propiedad de Nadia Padovani, una señora que salió llorando en la tele mientras Bastianini protagonizaba unas últimas vueltas escalofriantes, persiguiendo su primera gran victoria, y los comentaristas de todo el mundo, de 102 televisiones que ofrecían la carrera en directo, ¡fijo!, le pasó al pentacampeón Jorge Lorenzo (Movistar y DAZN) decían que era su madre, que lloraba de felicidad.

¡Claro que lloraba de felicidad!, pero no era la madre de la ‘Bestia’, no, no, era la viuda del mítico Fausto Gresini, un excampeón de 125cc, grande entre los grandes, que el Covid-19 se llevó por delante generando tantísimo dolor en el ‘paddock’ que todo el mundo, empezando por Carmelo Ezpeleta, jefe de Dorna y del Mundial, trabajaron, con toda Italia detrás y varios patrocinadores de Indonesia (el próximo GP, dentro de 15 días, es allí, en Mandalika y ¡llegan como líderes del Mundial!), le ayudaron a que siguiese manteniendo viva y encendida ¡vaya que sí! la llama del fuego de su equipo, que debutó en GP y ganó su primera carrera. ¿Es o no es un día para la historia?

La carrera fue sorprendente, muy poco imaginable, de primer día de curso, desde luego, y también, también, propia de un trazado, un clima, una pista, un asfalto, que no volverá a repetirse en los siguientes 20 grandes premios. Todos saben que Qatar es especial y no solo porque sea el estreno, sino porque sus condiciones son únicas. Tanto que quienes erraron en la elección de los neumáticos (por ejemplo el equipo Honda, que escogió el blando en lugar del medio para su rueda trasera) se quedaron sin ganar, aunque Pol Espargaró, que lideró medio GP, acabó en el podio. ‘Polyccio’, además, casi se queda sin gasolina.

El ganador, la ‘Bestia’, lucía el medio trasero como el sorprendente Brad Binder, de KTM, que se llevó la plata con una gran carrera. Ellos fueron quienes, a media prueba, dieron caza y superaron a los dos jefes del ‘team’ Repsol Honda, ‘Polyccio’ y MM93, que salieron disparados de inicio y, apoyados en esa blandura de sus gomas, lideraron la carrera. Pero, pasadas las vueltas, ese niño atrevido de la señora Padovani y el curioso tipo surafricano de la firma austriaca KTM se adueñaron de la situación y acabaron primero y segundo, cuando (casi) nadie contaba con ellos.

Porque el caso es que de los grandes favoritos al título solo apareció en escena Marc Márquez, que pagó, insisto, la mala elección de sus ruedas. ‘Pecco’ Bagnaia se fue al suelo a mitad de carrera y, encima, se llevó por delante al ‘rookie’ del 2021, su compañero de marca Jorge Martín, que estaba haciendo una gran carrera. Y de Fabio Quartararo, solo decir que acabó noveno y machacado por la Ducati 2021 de Johann Zarco, sobre la mismísima línea de meta, reforzando su queja de que la Yamaha de este año no corre y, o la mejoran ¡pero ya!, o no podrá renovar el título.