Las claves del Gran Premio de Australia de MotoGP

Marc Márquez pelea con Maverick Viñales en Australia

Marc Márquez pelea con Maverick Viñales en Australia / MotoGP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Gran Premio de Australia volvió a ser una demostración de poder y ambición de Marc Márquez. Tras proclamarse campeón del mundo en Tailandia, con cuatro carreras de anticipación, el piloto de Honda mantiene la inercia ganadora y ya ha sumado otras dos victorias, la última este domingo en Phillip Island. Es la undécima de una temporada espectacular para el de Cervera.

1. Marc sabe ganar de todas formas

Márquez gana de todas formas La temporada de Marc Márquez está siendo para enmarcar. Ha subido al podio en 16 de las 17 carreras, ganando 11 y siendo segundo en las restantes 5. No solo se proclamó campeón con cuatro carreras de adelanto, sino que le ha dado ya a Honda el título de marcas y también puede darle el de equipos. Le faltan 8 puntos -con 50 en juego- para obtener la puntuación de un piloto más alta en un curso.

Viñales, que había dominado todos los entrenamientos y arrancaba desde la pole, salió otra vez mal, pero tras una gran recuperación lideró la carrera desde la décima vuelta... aunque al final se impuso Marc Márquez. El campeón se enganchó a su rival, consciente de que en Phillip Island no podía protagonizar una de esas escapadas a las que nos ha acostumbrado, estudiando a su adversario y buscando el punto más favorable para pasar en un circuito que, probablemente, se adapta mejor a la Yamaha. Le pasó al final de recta de la penúltima vuelta para apretar a tope e, indirectamente, provocar el error de Maverick a dos curvas del final cuando trataba de encontrar una maniobra imposible para superar a Marc.

2. Crutchlow, Zarco y las dos caras de Honda

Las dos caras de Honda. La impresionante temporada de Marc Márquez, que contrasta con los pobres resultados de los otros pilotos que van con Honda, ha provocado el runrún de que esta moto está hecha a medida del campeón y que no hay otro piloto que la pueda conducir. El propio Jorge Lorenzo ha pedido a HRC, repetidamente, que de cara a la próxima temporada, hagan una moto para Marc y otra para él...

La carrera de Phillip Island, un circuito extremadamente exigente y técnico, ha puesto en entredicho esta teoría. Me explico. Cal Crutchlow, quien ya había subido al podio en Catar y Alemania donde fue tercero, lideró las diez primeras vueltas y terminó segundo. De no equivocarse de neumático, ya que escogió el duro trasero cuando el bueno era el blando, hubiese peleado por la victoria. La moto, que es oficial cien por cien, no va tan mal. La carrera de Jorge Lorenzo volvió a ser un desastre y el mallorquín, que ha perdido la confianza y no quiere caerse, ha perdido el rumbo y terminó a más de un minuto de Marc, superado incluso por el debutante Johann Zarco, que le dejó en evidencia al sacarle 40”. El tema está caliente.

3. Àlex tiene que ser él y quitarse la presión

Àlex Márquez y la presión por el título. El italiano Lorenzo dalla Porta se proclamó en Phillip Island como brillante campeón en una temporada en la que la categoría ha estado muy abierta y ha sido, como es habitual, muy espectacular y competida. Y se proclamó campeón a lo grande, ganando una carrera al límite y en la que su principal adversario, Aron Canet, se cayó al inicio de la tercera vuelta.

Àlex Márquez, el hermano pequeño de Marc, también disponía de su bola de partido. Después de un fin de semana repleto de problemas y caídas, el de Cervera afrontaba una carrera complicada en la que la presión de cometer un error pesó en exceso en cada una de sus maniobras y le amordazó. En Moto2, cuando dudas, te sacan los adhesivos sin enterarte. Àlex sufrió lo que no se sabe para acabar octavo, un resultado discreto pero que no impide ni mucho menos que siga siendo el que está mejor situado para ganar el título. El próximo domingo en Malasia dispondrá de un nuevo ‘match-ball’. Ahora tiene una ventaja de 28 puntos al suizo Thomas Luthi y 33 con respecto a Brad Binder. La receta que le daría es que vuelva a ser él, que disfrute sobre la moto y que ahuyente a la presión.