Red Bull pide ajustes en los motores de F1 para 2026

La hibridación aumenta ese año hasta los 475CV eléctricos, por los 165CV actuales

En 2026 se cambia el reglamento de propulsores para adecuarlos al camino que sigue el resto de la automoción occidental y asiática, la electrificación

Max Verstappen en Silverstone

Max Verstappen en Silverstone / AFP

SPORT.es

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El director de Red Bull Racing, Christian Horner y también Max Verstappen, se han quejado de la pérdida que supondrá para la Fórmula 1 la llegada de los nuevos motores de 2026 cuando en esa temporada se cambia el reglamento de propulsores para adecuarlos al camino que sigue el resto de la automoción occidental y asiática, la electrificación.

De esta forma los motores de unos 950CV actuales, que ahora tienen unos 165 CV eléctricos (120KW) pasarán a tener unos 475CV (320KW) provinientes del ERS (Sistema de recuperación de energía) y sus baterías. Aston Martin ha elegido a Honda como suministrador, mienten sus condiciones actuales.

Las quejas de Red Bull podrían fudamentarse en que están más adelantados que nadie en el desarrollo de la nueva unidad o bien que ya saben que no pueden alcanzar los objetivos marcados inicialmente.

El director de Red Bull ya alzó la voz en el pasado GP de Austria: "Quizá tengamos que prestar atención urgentemente a esto antes de que sea demasiado tarde. Quizá haya que mirar la relación entre la potencia de combustión y la potencia eléctrica para asegurarnos de que no estamos creando un Frankenstein técnico que requerirá que el chasis compense, con aerodinámica en movimiento, para reducir la resistencia a tal nivel que afecte a las carreras".

Max Verstappen fue más concreto: "He estado hablando de ello con el equipo y he visto datos en el simulador. Para mí parece algo terrible. Si estás parado en la recta de Monza, no sé, como 400 ó 500 metros antes del final de la recta, tienes que reducir la velocidad porque es más rápido. No creo que ese sea el camino a seguir. Pero, por supuesto, esa es probablemente una de las peores pistas. Para mí, el problema es que parece que va a ser una competición de motores de combustión (lo contrario a los que se pretende), así que quien tenga el motor más potente tendrá grandes beneficios. Esa no debería ser la intención de la Fórmula 1, porque entonces empezará de nuevo una guerra masiva de desarrollo y será muy caro encontrar algunos caballos de potencia aquí y allá".

El bicampeón del mundo abunda sobre el cambio: "Los coches probablemente tendrán mucha menos resistencia aerodinámica, por lo que será aún más difícil adelantar en la recta. Tienes la aerodinámica activa, que no puedes controlar, y el sistema controlará eso por ti, lo que creo que entorpecerá mucho la conducción, porque prefiero controlarlo yo mismo".

Quien no quiere cambios es Toto Wolff, de Mercedes: "Lo que de verdad asusta a Horner es que su programa de motor no está progresando como pensaban. Habría que preguntarse qué hay detrás de estas declaraciones. Nosotros no queremos ningún cambio sobre lo acordado, no queremos permitirlo".

Horner cree tener la solución: "Lo que yo digo no es para beneficio propio aquí, como fabricante de motores, sólo miramos de forma conjunta todo el lote, mirando los compromisos que tendremos que hacer en las reglas del chasis, con la aerodinámica completamente activa, para compensar la recuperación en el motor. Todavía no es demasiado tarde para ajustar esa proporción. Y no tomaría mucho. No es como si estuviéramos diciendo que tenemos que romper todo y empezar de nuevo. Ya sea que lo hagas en un flujo de combustible o en la masa de la celda, solo necesitas cambiar esa proporción ligeramente para asegurarte que tengamos grandes carreras", advierte el director de Red Bull en la F1.