Prácticas de conversión

Una decena de entidades LGTBIQ+ reclaman a la Comisión Europea medidas para prohibir las terapias de conversión

Buscan convertir las prácticas de conversión en un eurodelito

Las terapias de conversión son pseudociencia que pretende alterar la orientación sexual o la expresión de la identidad de género de una persona.

Las terapias de conversión son pseudociencia que pretende alterar la orientación sexual o la expresión de la identidad de género de una persona. / UNSPLASH

María G. San Narciso

Una decena de entidades LGTBI+ de distintos países de Europa, entre las que se encuentran la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), han reclamado a la Comisión Europea que proponga una directiva que añada las terapias de conversión a los eurocrímenes, así como que enmiende la actual directiva de igualdad (2008) para prohibir esas prácticas.

Lo han hecho a través del lanzamiento de una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE), que insta a la Comisión Europea a prohibir las prácticas de conversión en todos los Estados miembros a través de enmiendas a los delitos de la Unión Europea, la directiva sobre igualdad y las directivas sobre derechos de las víctimas. 

Tanto la Federación Estatal LGTBI+ (España) como la Arcigay (Italia); RFSL (Suecia); Dutch Pride Network (Países Bajos); LEGEBITRA (Eslovenia); Rien à Guérir (Francia); Gay Project (Irlanda); Dugine obitelji (Croacia); Asociata Pride (Rumanía), Praha Pride (República Checa), entre otras, se han unido a la organización internacional Against Conversion Therapy (ACT) para hacer este llamamiento y exigir a la UE que actúe "con decisión y firmeza en esta apremiante cuestión y que dé este paso crucial para salvaguardar los derechos fundamentales de la ciudadanía europea".

Qué son las prácticas de conversión

Las prácticas de conversión en personas LGBTQ+ son un grupo diverso de manipulaciones físicas y mentales, adoctrinamientos psicohipnóticos, intervenciones médicas y homeopáticas, exorcismos y otros tantos tratamientos realizados con el objetivo de alterar la orientación sexual y la identidad de género.

Tales prácticas, según expone la Iniciativa, se basan en dos premisas erróneas: que la orientación sexual y la identidad de género son necesariamente una elección, el resultado de algún poder maligno esotérico o una enfermedad absoluta; y que pueden suprimirse, cambiarse o curarse.

Según explica el vocal de Relaciones Exteriores de la Federación Estatal LGTBI+, Óscar Rodríguez, "las terapias de conversión son pseudociencia que pretende alterar la orientación sexual o la expresión de la identidad de género de una persona". "Estas prácticas, que implican un trato denigrante e inhumano próximo a la tortura, pueden llegar a tener consecuencias muy graves para la salud mental de las personas que son sometidas a ellas", añade. Es por eso que consideran "urgente que las administraciones europeas tomen medidas específicas al respecto".  

Un problema común

En este sentido, Rodríguez revela que según los datos del III EU LGBTIQ survey de la FRA, un 21% de las personas LGTBI+ que respondieron a la encuesta no representativa tuvieron algún tipo de experiencia con prácticas para cambiar su orientación o identidad sexual.

Por ejemplo, la Encuesta Nacional LGBT en el Reino Unido (2017) revela que al 5% de los encuestados se les ha ofrecido la conversión en un intento de 'curarlos' de ser lesbianas, gaos, bisexuales o transgénero (LGBT) durante su vida. El informe Unga hbtq-personers utsatthet för omvändelseförsök i Sverige (Suecia, 2022) estimó que el 16% de los jóvenes LGBTQ+ se habían sentido presionados a cambiar su identidad y el 5% habían estado expuestos a otras formas de amenazas o daños. Y en 2019, el Instituto William calculó que alrededor de 700.000 ciudadanos estadounidenses habían sufrido prácticas de conversión.

Además, Rodríguez recuerda que la Estrategia LGBTI+ de la Comisión Europea ya ha reconocido la naturaleza nociva de las prácticas de conversión y ha anunciado que la UE tomará medidas para eliminarlas. "Por eso, exigimos que se siga avanzando en la protección de la dignidad y los derechos humanos de toda la ciudadanía europea y que se den pasos firmes para combatir el odio y la LGTBIfobia", defiende.