La frustración de Alonso en el GP de Mexico

Malas sensaciones las que dejó el Gran Premio de Mexico a Fernando Alonso. Una vez más, la falta de fiabilidad de Alpine volvió a dejar al asturiano sin opciones en una carrera donde había firmado un gran trabajo.

El asturiano estaba dando toda una lección de conducción y rodaba en la séptima plaza cuando su monoplaza empezó a tener problemas. Fue superado por el Alfa Romeo de Valtteri Bottas y también por el Mclaren de Daniel Ricciardo justo antes de dejar la carrera, ya situado en la novena plaza. El quinto abandono de Alonso en lo que va de temporada.

El asturiano aprovechó una escapatoria un poco más adelante para sacar a su Alpine de la carrera sin causar problemas. Alonso no se lo podía creer y lanzó un claro mensaje de radio a su equipo: "Increíble, ¡qué temporada! ¡Qué temporada!". Un mensaje que contrastaba con otro que había mandando poco antes, celebrando lo bien que estaba funcionando el monoplaza. El tono de Fernando en el segundo mensaje no dejaba lugar a dudas, al igual que el gesto del ovetense al salir de su monoplaza, agitando el puño en el aire.

Y de la rabia pasó en apenas unos segundos a la desolación. Alonso se vino abajo tras saludar a los aficionados congregados en el Autódromo Hermanos Rodríguez y acabó apoyado en las protecciones, con la cabeza gacha, cubierta aún con el casco. Una clara muestra de la frustración del piloto español, que una vez más, no pudo ver recompensado su trabajo.