Entrevista | Lorenzo Santolino: “El Dakar es peligroso y lo seguirá siendo”

“Sherco ha mejorado la fiabilidad de la moto y tengo confianza, veo factible pelear por el top cinco”, asegura el salmantino, sexto en 2021

“Los pilotos tenemos poca información, pero creo que este año en Arabia nos espera una carrera más física y en general, más complicada”

Lorenzo Santolino visita la redacción de SPORT antes de enbarcarse en sexto Dakar

El piloto Lorenzo Santolino visitó la redacción de SPORT / Blanca Sánchez | Laura López

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Lorenzo Santolino va a ser uno de los nombres propios de la 46ª edición del Rally Dakar, que se disputa del 5 al 19 de enero. El piloto salmantino, de 36 años, aspira a un ‘top cinco’ en la categoría de motos, en una de las ediciones más duras en Arabia, según los organizadores, que han elevado el nivel de exigencia con una etapa maratón de 48 horas sin ningún tipo de asistencia. Será el sexto Dakar del piloto de Sherco y Pont Grup, que tratará de mejorar el sexto puesto de la general que logró en 2021.

¿Qué espera de esta edición?

Bueno, es la carrera del año y es para lo que hacemos la planificación y la preparación. Estoy contento. Hemos mejorado bastante la moto en cuanto a fiabilidad y puesta a punto. Y esto me hace llegar con confianza para intentar terminar entre los cinco primeros.  Falta ver cómo son las especiales, el tipo de terreno nos vamos encontrando, porque la verdad es que tenemos poca información, cada año es más restringida y así es difícil hacer un pronóstico. Me gustaría luchar en algunas etapas por el top 3 y sobre todo, no distanciarme del grupo de cabeza para intentar aprovechar alguna oportunidad que surja en circunstancias de carrera.

No acabó sus dos primeros Dakar, pero tras cinco ediciones se ha consolidado en el grupo de favoritos.

Los dos primeros años venía de otra especialidad, enduro, y me faltaba experiencia. Eso es básico en una carrera como el Dakar. En mi primer rally tuve una caída muy fuerte. Había entrenado mucho y quizá pagué el exceso de confianza. Venía haciendo buenos resultados para ser rookie, fui tercero o cuarto en alguna etapa y llegó el accidente. Al año siguiente, salté en una duna cortada más de la cuenta y sufrí una luxación de codo. Poco a poco aprendes de los errores, de cada caída, de cada golpe,  de cosas que te van pasando, de la gestión de la carrera...

¿La etapa maratón da especialmente respeto?.

Sí, porque sabemos muy poco de cómo va a ser. Habrá varios vivacs distribuidos a lo largo de la etapa, tendremos una hora de corte en la que habrá que parar en el vivac más cercano. La primera jornada pueden ser más 7 horas cronometradas encima de la moto y por el empty quarter, un terreno difícil, con muchas dunas cortadas y eso requiere máxima exigencia física y mental. El vivac será muy básico, tipo militar, y dormiremos en unas condiciones peores, todos estos ingredientes lo irán complicando.

¿Alguna etapa más puede marcar diferencia este año?

Según se va acercando la fecha de salida, incluso ya estando allí, la organización nos va diciendo más cosas, más especificaciones de las etapas. Pero bueno, yo creo que la línea es de que va a ser una carrera más física y sobre todo con más kilómetros que las anteriores. Vas a acumular más cansancio y creo que en general será un Dakar más complicado.

¿Sherco tiene moto para plantarle cara a los dos grandes estructuras de KTM y Honda?

El nuestro es un equipo más pequeño, con menos presupuesto. Pero hacen un gran esfuerzo y quizá proporcionalmente su inversión en el rally es superior a otras marcas más potentes. Llevo muchos años dentro del equipo, viendo la evolución. Los inicios fueron complicados, pero han progresado, van haciendo pequeñas evoluciones que se van sumando al proyecto, perfeccionando la moto, fiabilizándola. Este año hemos decidido no hacer el Mundial de raids al completo, solo la prueba de Marruecos. Y aprovechar toda la energía y el presupuesto para desarrollar la moto. Estoy contento porque creo que nos hemos aproximado bastante a las otras marcas. En Marruecos las diferencias fueron menores y yo estuve asiduamente en el top 5 en cada etapa. Pienso que hemos dado un pase adelante, aunque el Dakar será el termómetro real del nivel de cada uno. No tenemos la velocidad que ofrece el combo de piloto-moto para estar luchando por etapas en cada jornada. Nuestra estrategia es ser constantes y si hay alguna circunstancia, aprovecharla.

¿Tiene un claro favorito en moto para esta edición?

Está muy abierto. Digamos que todos los pilotos de fábrica, que son unos 15 o 20, son potenciales ganadores de etapa. Candidatos al triunfo final son 6 o 7 aunque eso va a depender de las caídas y los incidentes. Está bastante más clara la jerarquía en coches, donde de entrada hay grandes nombres que sabes que pueden estar entre los 5 casi al 90%. En moto, entre los 10 primeros va a haber mucho baile.

¿En motos marca más la diferencia el piloto?

El nivel de la categoría ha ido subiendo. Y cada vez hay más inversión de los equipos y más profesionalización. Los pilotos llegan mejor preparados, navegan bien, se entrenan y compiten durante todo el año para el rally. Entre fábrica y semi privados hay casi 30 pilotos enfocados totalmente en el Dakar.

¿Cuáles son las claves para salvar las trampas del Dakar cuando luchas por las primeras posiciones?

Se trata de gestionar muy bien el ritmo. Intentar ir a un ritmo lo más alto posible sin pasar esa línea del exceso de riesgo. La experiencia te hace medir un poco dónde está ese límite, es cuestión de intuición. Tienes muy poca información del terreno, debes improvisar mucho. Al final vas rápido porque tienes confianza en ti y en tu navegación y vas subiendo el ritmo, pero siempre sabiendo cuándo hay que aflojar porque es demasiado peligroso. También es básico gestionar los momentos de crisis por una caída o un error en el recorrido. Trabajar ese aspecto con el psicólogo deportivo es muy importante, te da herramientas para reaccionar rápido. Porque al final incluso el que gana el Dakar tiene un momento difícil. Gestionar ese momento es lo que te puede hacer subir en la general o perderlo todo.

¿Por qué engancha tanto esta carrera?

Tiene aventura. Y niveles muy diversos. Están los pilotos profesionales que compiten todo el año al máximo y que se mezclan con aficionados para los que el reto más duro es casi llegar a la salida, porque tienen que buscar patrocinio, moto, prepararse por su cuenta... Es gente que tienen su trabajo aparte de este hobby. Esta mezcla de historias y de aventura la hace muy emocionante.

¿Qué recuerda de cuándo veía el Dakar por la tele?

De muy pequeñito en casa era obligado que estuviera la televisión puesta para ver el resumen del rally, cuando era en África. Me parecía alucinante ver esos coches tan especiales y las motos tan grandes en el desierto. Poder estar ahí alguna vez era un sueño. Luego, según fui evolucionando como piloto, se me disiparon un poco esas ideas. En mi época de enduro empecé a tener contacto con algunos dakarianos y veía sus lesiones y también las que yo sufría en mi especialidad. Por una parte, seguía teniendo ganas de ir al Dakar, pero me frenaba la peligrosidad. Una vez que lo probé, me enamoró.

Aunque el riesgo es real, no una percepción...

Sí, sí, y en moto mucho más. Pero pienso que cuanto más preparado estés y más experiencia tengas y la probabilidad baja. Si solo pensamos en el riesgo no nos moveríamos de casa.

¿Y qué pilotos eran sus referentes?

En motos estaban Peterhansel, Nani Roma y Marc Coma, que estaba empezando. Los pilotos españoles de motos siempre los he seguido.

Algunos de estos pilotos, que llevan muchos años en el Dakar y que estuvieron en África, se quejan a menudo del cambio que ha dado el rally, cada vez con menos navegación y más velocidad. ¿Qué opina?

Es imposible revertirlo, volver al Dakar antiguo, a los orígenes. La carrera ha evolucionado como cualquier otro deporte, pero aquí se nota más porque esto empezó como una aventura de un grupo de aficionados y ha ido creciendo, profesionalizándose, con marcas involucradas que lo que quieren son resultados. Han mejorado las prestaciones de las motos y la calidad de los pilotos. Y esto lo que hace que suba la velocidad. El Dakar es peligroso y lo va a seguir siendo.