OPINIÓN EXPRÉS

La guerra sin cuartel de Luis Enrique con los periodistas

Luis Enrique se enfrenta a las ruedas de prensa como si fueran batallas contra los periodistas

Tensión en el rostro de Luis Enrique. Una tónica habitual en sus ruedas de prensa

Tensión en el rostro de Luis Enrique. Una tónica habitual en sus ruedas de prensa / sport

Lluís Mascaró

Luis Enrique no le gustan los periodistas. Nunca le han gustado. Tampoco en su época de jugador. Y ahora, menos. Porque debe 'enfrentarse' a ellos hasta cuatro veces por semana en las ruedas de prensa pre y post partido. Se siente incómodo. Se le nota en la cara. En los gestos. Y, por supuesto, en sus respuestas. Siempre tensas. Siempre cortantes. Con ese punto de prepotencia que destilan las personas que se sienten superiores a los demás. Y el entrenador asturiano, por supuesto, se siente superior a los periodistas, a los que trata como una molestia innecesaria.

A cada rueda de prensa, la prepotencia de Luis Enrique adquiere un nuevo grado. Aunque las preguntas, como ha sucedido este viernes, no hayan sido polémicas. Le preguntas por Aleix Vidal y se molesta. Le preguntas por Neymar y se molesta. Le preguntas por Alves y se molesta. Casi todas las preguntas representan un motivo de enfado para el entrenador. Porque no le apetece contestarlas. Porque su mundo ideal sería uno en el que no hubiera periodistas. Pero eso, afortunadamente, es imposible. Y menos en el Barça.

Luis Enrique ha asegurado este viernes que "no tengo el vicio de leer la prensa". Pues debería hacerlo. Porque no siempre decimos mentiras. Porque no siempre criticamos sin motivo. Porque no siempre somos el enemigo. El entrenador tendría que leer un poquito más la prensa. Detenidamente. Y quedarse en los detalles. En los elogios que ha recibido durante el año y medio que lleva en el banquillo blaugrana. En todos los buenos reportajes que se han hecho sobre sus éxitos como entrenador... Eso sí, lo que no podrá leer son sus entrevistas. Porque no ha concedido ninguna.