Vuelta a España 2023

El Jumbo martiriza a toda la Vuelta en el Tourmalet

Evenepoel pierde casi media hora, Vingegaard gana la etapa, Kuss se confirma de líder y Roglic se sitúa segundo de la general con Ayuso y Mas, en la cuarta y quinta plaza de la clasificación.

Sergi López-Egea

La

Vuelta

llegó al Tourmalet llena de dudas y salió del templo de los Pirineos con tres corredores del mismo conjunto en las tres primeras plazas de la etapa y de la general. La ronda española sólo tiene un equipo, el Jumbo, donde las mayores dudas que ahora se producen es en saber si van a funcionar como una escuadra o como una especie de bloque anárquico entre tres ciclistas que quieren ganar la carrera; 

Jonas Vingegaard,

vencedor en el Tourmalet, Sepp Kuss, el sorprendente líder de la prueba y 

Primoz Roglic

, quien supuestamente era el elegido para ser el jefe en la salida de Barcelona.

El Jumbo perdió este viernes por el camino al contrincante que más temían, al único que les daba miedo, a un 

Remco Evenepoel 

que sorprendentemente se hundió en el Aubisque sin que el conjunto neerlandés tuviera la necesidad de mover el árbol de la Vuelta para ver si había algún rival maduro como la fruta. Sin la figura belga, que llegó a 27.05 minutos y abrió todas las alarmas sobre si verdaderamente es un corredor para tres semanas o un astro para clásicas y carreras de pocos días, el Jumbo encontró una autopista, primero en el mismo Aubisque, luego en Spandelles y finalmente en el Tourmalet que conquistó el doble vencedor del Tour.

Nunca en toda la historia del ciclismo un mismo equipo ha colocado a tres corredores en el podio final de una carrera de tres semanas; a dos, sí, varias veces, pero tres, lo que ocurriría si se mantiene la general resultante del Tourmalet, que podría suceder, sería una novedad que igual tampoco es una buena noticia para el ciclismo. Vingegaard venció en la gran cima pirenaica después de atacar a 8 kilómetros de la meta e irse en solitario hacia la victoria, éxito que lo situó tercero de la general. Kuss demarró a menos de 2 kilómetros para terminar en segunda posición y con la sensación de que no será un líder circunstancial de la Vuelta, sino un aspirante serio al triunfo en Madrid. ¿Y Roglic? Pues el corredor esloveno hizo tercero, se puso segundo de la general y si quiere ganar la ronda española igual tiene que luchar por el trofeo con dos compañeros de equipo.

Los dos españoles

Juan Ayuso y Enric Mas, que le puso coraje, pero se dio cuenta que no podía con ninguno de los rivales del Jumbo, fueron los dos únicos españoles que viajaron cerca de los Jumbo, el día que Marc Soler se vino abajo. Ayuso siempre buscó un ritmo cómodo para subir por el Tourmalet, en una etapa en la que desfalleció, enfermo, su compañero portugués Joâo Almeida. Se han colocado en la cuarta y quinta plaza de la clasificación ante la cita de este sábado por los montes de Navarra y con Larrau como principal obstáculo del día.

El camino hacia el Tourmalet fue una ruta de desgaste, pero sin ataques, salvo unos chispazos de Mikel Landa en el Aubisque. Nadie se movió hasta que lo hizo Vingegaard, con sus compañeros del Jumbo activándose por detrás. Seguramente el panorama visto en la etapa no habría sido del agrado de Federico Bahamontes, al que se homenajeó en el podio de su montaña, con la presencia de Christian Prudhomme, director del Tour. No se vio una etapa brillante, demasiados Jumbo por delante. “Fue algo frustrante porque mirases donde mirases siempre había un ciclista amarillo a tu lado”, lamentó Ayuso en alusión al uniforme del conjunto neerlandés. Ellos dominan y los demás miran.