Barcelona afronta la mayor afectación de movilidad de su historia con la Vuelta

La carrera arranca desde Barcelona con una emocionante contrarreloj por equipos

"No toda la ciudad estará aislada, pero la afectación es tan grande y severa que, para venir a la ciudad, habrá restricciones" avisan desde el Ayuntamiento

Barcelona afronta la mayor afectación de movilidad de su historia con la Vuelta

Barcelona afronta la mayor afectación de movilidad de su historia con la Vuelta / SPORT

Jordi Ribalaygue

Barcelona hace frente a un fin de semana de “fiesta” con La Vuelta a España, un “gran escaparate” que el Ayuntamiento cuenta que quiere aprovechar para exponer una vez más a la ciudad a una audiencia mundial coincidiendo con las dos primeras etapas de la competición ciclista. En todo caso, el gobierno del alcalde Jaume Collboni anticipa que serán días “complejos” para los vecinos, las fuerzas de seguridad y las brigadas de limpieza. "La afectación a la movilidad será importantísima. Es posiblemente la mayor que ha tenido Barcelona", ha prevenido el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle.

El concejal y el intendente mayor, Benito Granados, han asegurado que no existen precedentes de una extensión tan amplia de calles cortadas por completo al tráfico en Barcelona y durante un horario tan prolongado. La contrarreloj por equipos con que La Vuelta se estrena el sábado se disputará a partir de las 19.00 horas, pero el recorrido permanecerá cerrado por completo desde las 14.00 a las 21.00 horas del mismo día. La circulación en vehículo privado quedará "absolutamente interrumpida", ha enfatizado Batlle.

Las restricciones puntuales al tráfico comenzarán el mismo sábado a las 05.00 horas. Las afectaciones alcanzan también a los peatones, dado que no se podrá transitar por los pasos de cebra habituales una vez que el itinerario quede aislado, a partir de las dos de la tarde. Habrá pasos señalizados por donde se canalizará a los viandantes.

El circuito se alarga por 14 kilómetros de la urbe. Los 22 conjuntos saldrán cada cuatro minutos desde la playa del Somorrostro para dirigirse primero a Sant Martí y tomar camino hasta la avenida Maria Cristina, tras atravesar el centro. Todo el itinerario estará cercado, con 28 kilómetros continuos de vallas, que se empezarán a colocar a las 13.15 horas del sábado. 

"No toda la ciudad estará aislada, pero la afectación es tan grande y severa que, para venir a la ciudad, habrá restricciones, que se informarán en las vías de proximidad con paneles informativos", ha precisado Granados. Para llegar a la capital, lo idóneo será tomar las rondas. De todas formas, el intendente ha añadido que quien entre al volante por la Diagonal "podrá acercarse casi hasta la plaza Cinc d'Oros, pero a partir de ahí encontrará desvíos". Aparte, la Gran Via seguirá abierta en dirección Besòs. "Aprovechando los túneles de plaza Espanya y Glòries, se podría cruzar la ciudad", ha sugerido Granados.

Aparcamiento prohibido

A su vez, el estacionamiento de vehículos queda prohibido en los 14 kilómetros de ruta, que incluyen tramos de la calle Sardenya, el paseo Lluís Companys, el paseo Sant Joan, la Diagonal, la rambla de Guipúscoa o la calle Aragó, entre otras arterias principales de Barcelona. La Guardia Urbana ya está avisando en esas vías de que se impedirá el aparcamiento. Se insta a que los vehículos sean reubicados el viernes como muy tarde, un día antes de la contrarreloj. 

La grúa retirará los coches que sigan estacionados a lo largo del recorrido durante la madrugada del viernes al sábado, para dejar la calzada expedita antes de las cinco de la mañana. El Ayuntamiento no tiene planificado acondicionar plazas de aparcamiento alternativas. "En agosto, hay disponibilidad de estacionamiento", ha respondido Granados.

La etapa que inaugurará La Vuelta de 2023 coincide con uno de los fines de semana de la 'operación retorno' de vacaciones. El Ayuntamiento ha aconsejado a los viajeros que, en la medida de lo posible, adelanten el regreso a casa antes de las 13.00 horas del sábado o que la pospongan más allá de las 21.00 horas, tras la prueba ciclista. "Seguro que no habrá caos de movilidad", ha augurado Granados.

78 pasos "de emergencia"

El consistorio habilitará 78 pasos de peatones a lo largo del itinerario de la primera etapa. La Guardia Urbana recalca que se abren solo para “casos de estricta necesidad” y se podrán transitar solo cuando la organización lo autorice. Estarán señalizados y habrá auxiliares que los controlarán. “No son ordinarios para cruzar de un lado a otro. Se deben evitar”, ha remarcado Granados.

El intendente ha animado a acudir a pie o en metro para seguir la prueba al completo desde un mismo punto del itinerario, sin moverse de allí. Por cierto, la Línea 4 del suburbano se reabre por completo el viernes. En cambio, no se aconseja optar por los buses, que verán impedido circular por parte de sus trayectos usuales. Más de 40 líneas no podrán recorrer la ruta habitual el sábado. 

Aparte, se tenderá un puente provisional para peatones en la calle Tarragona, a la altura de la calle Diputació, por encima del circuito. Se espera que el mayor número de espectadores se concentre en la salida del Somorrostro y la meta de Maria Cristina. El Ayuntamiento recomienda planificar con antelación los desplazamientos.

La etapa del domingo

La etapa del domingo, de Mataró a Barcelona, finalizará en Montjuïc. El Ayuntamiento no espera grandes afectaciones. El pelotón entrará en la capital a través de L'Hospitalet de Llobregat, a través de la Gran Via, y atravesará la plaza Espanya, en dirección a la montaña. Granados ha pronosticado que el paso de los ciclistas será veloz y ha explicado que las calles paralelas a Gran Via se mantendrán abiertas, así como los accesos habituales a los barrios del Poble-sec y Font de la Guatlla. La movilidad será "casi normal", ha garantizado.

En todo caso, el tramo por donde se correrá el domingo en la capital se cortará a partir de las 15.00 horas, aunque las primeras restricciones al tráfico empezarán a las 10.00. Se impedirá aparcar en la zona del recorrido desde el sábado; si quedase algún vehículo, será retirado durante los preparativos para la etapa. Además, 17 líneas de bus resultarán afectadas el domingo.

Las paradas de la avenida Maria Cristina -término de numerosas rutas de autobús- se trasladan a la plaza Cerdà durante toda la jornada en los días 25, 26 y 27 de agosto. Asimismo, el acceso a paradas del Bicing en las calles Marina, Pujades, Sancho de Ávila y Aragó se limitará el sábado.

El consistorio movilizará en total a un millar de trabajadores para vigilar el recorrido y limpiarlo tras la carrera. Medio millar de agentes de la Guardia Urbana y de auxiliares estarán a disposición para la contrarreloj del sábado y unos 300 en la etapa del domingo. Aparte, volarán drones para velar por la seguridad.