Manita, exhibición y fiesta en Montilivi

Este Girona no tiene techo. Ya puede empezar el partido con una marcha menos que su rival, sin encontrarse cómodo o incluso, encajando un gol, que le importa bien poco. Porque si el miércoles sería capaz de prácticamente sentenciar el encuentro frente al Rayo marcando tres goles en apenas media hora, ante el Sevilla lo haría en veinte.

¡Espectacular! Primer hat trick de Dovbyk con el Girona

Lo que está claro es que, llegados a este punto, se nos acaban los adjetivos con el Girona de Míchel. Si bien venían de exhibirse el miércoles en Copa frente al Rayo Vallecano, cosechando una victoria que les metía en cuartos y que les acercaba a las primeras semifinales de su historia, lo volverían a hacer.

UN INICIO DE EMOCIONES FUERTES

El Sevilla empezó bien, plantado en campo rival y con personalidad. Porque en un escenario como Montilivi, no le quedaba otra. Y aunque la primera ocasión se la apuntaría el Girona tras un buen centro de Savinho al segundo palo, serían los de Quique Sánchez Flores los que golpearían primero.

Isaac Romero, que hace escasos días vivía en el anonimato y se estrenaba como titular, hacía saltar la sopresa en Montilivi a los diez minutos de partido. Recibió un centro raso de Pedrosa y le ganó la partida a Blind para buscarse el espacio en el área y definir de primeras.

Pero el Sevilla no era consciente de lo que le venía.

DOVBYK... POR PARTIDA 'TRIPLE'

Apareció la bestia. Y no una vez. Ni dos. Sino tres. Él solito sería capaz de darle la vuelta a un partido, que con el ritmo al que estaba empezando a jugar el Girona, ya se daba por cerrado.

Apenas tres minutos después del golpe del Sevilla, Savinho pondría un gran centro al segundo palo para que el ucraniano se aprovechara de su envergadura y cabeceara el balón dentro de la portería. Un empate que se celebraría con cierto suspense, porque aunque parecía que el balón no había entrado, la repetición nos sacaría de dudas.

Y un minuto más tarde, se desataria la locura en Montilivi. Y con los mismos protagonistas. Savinho haría diabluras por la banda para dejar sentados a sus rivales y metería un balón perfecto al desmarque de Portu, para que, con la puntera de su bota, dejara que Dovbyk rematara a placer.

Pero la fiesta no acabaría aquí. Porque el ucraniano volvería a 'mojar', aunque esta vez a pase Yan Couto. Un gran desplazamiento en largo del lateral habilitaría al delantero, que controló el balón, realizó una conducción en diagonal, se lo colocó a su zurda y disparó al palo corto de Dmitrovic.

PREMIO PARA PORTU

Portu fue el mejor ante el Rayo. Y Míchel, consciente de ello, decidió premiarle con la titularidad ante el Sevilla, donde volvería a actuar de segundo punta, la posición en la que se siente más cómodo y es capaz de mostrar su mejor versión.

El miércoles jugó su mejor partido esta temporada. Repartió dos asistencias, a Stuani en el primero y a Blind en el tercero, y provocó el penalti que terminó convirtiendo el uruguayo.

Y ante el Sevilla no fue menos. Le dio el último pase a Dovbyk en el segundo y estuvo a punto de redondear la noche con un gol, pero se lo arrebató Adrià Pedrosa, que fue al suelo para limpiar la acción.

Y OTRA OPORTUNIDAD PARA ANTAL

Míchel tenía que preparar el partido con demasiadas bajas en defensa. Eric y David García estaban totalmente descartados, y tanto Juanpe como Arnau llegaban muy justos. Ambos tuvieron que abandonar el choque ante el Rayo por unas molestias, el catalán en el pie y el canario en el gemelo, y eran duda ante el Sevilla.

Finalmente, Juanpe sería titular, pero sería sustituido en los primeros instantes de la primera mitad, y le volvería a llegar la oportunidad a Antal Yaakobishvili. Ya debutó en Copa y dio un recital con y sin balón, y en liga tampoco dejaría indiferente a nadie.

UN GIRONA DE RÉCORD

El Girona llegaba con 49 puntos en su casillero y con un objetivo entre ceja y ceja: superar los 51 puntos de Pablo Machín de la temporada 2017/18 y hacer el récord de puntos del Girona en Primera División. Y lo hizo. En casa, ante su afición y habiendo sido capaz de darle la vuelta a un partido que no empezaba de forma soñada.

Tsygankov, a pase de Savinho, y Stuani, tras una gran acción de Pablo Torre, redonderían la goleada en la segunda mitad. Muchos se preguntarán si este Girona tiene techo, y la respuesta es bien sencilla.