¡Akinfeev repitió la historia casi 21 años después!

A un mes exacto de cumplir 38 años, Igor Akinfeev está más que consagrado como mejor portero ruso del siglo y se confirma partido a partido con el CSKA Moscú en una 'troika' que ocupan como líder indiscutible Lev Yashin ('La Araña Negra') y que también ocuparía el exsevillista Rinat Dasaev.

El verdugo de la selección española en la tanda de penaltis de los octavos de final del Mundial de Rusia 2018 ha protagonizado este viernes un hecho frealmente curioso con más de dos décadas de diferencias en una carrera realmente extraordinaria.

Y podría haberlo sido más de no ser por las dos graves lesiones en la rodilla que sufrió, la primera a finales de agosto de 2011 cuando su futuro parecía pasar por el Chelsea que presidía el ruso Roman Abramovich. Pese a ello, el meta ruso ha construido una gran carrera en la que suma la Copa de la UEFA de 2005 además de siete Ligas, siete Copas de Rusia y siete Supercopas.

Akinfeev debutó con el primer equipo del CSKA en la Premier Liga rusa con 17 años recién cumplidos el 31 de mayo de 2003 en el feudo del Krylia Sovetov de Samara, unos 1.000 kilómetros al este de Moscú. Y el jovencísimo arquero, que fue titular a las órdenes de Valery Gazzaev, detuvo un penalti a Andrey Karyaka (ex del Benfica) en el minuto 86 en un duelo que terminó 0-2.

Pues bien, este viernes se ha repetido la historia de una manera espectacular. Casi 21 años después de ese debut, el vigente campeón copero CSKA dcominaba el partido en Samara por 0-2 gracias a dos goles de cabeza del brasileño William Rosa.

Y la gran sensación de la temporada, el joven uzbeko Abbos Fayzullaev (de 20 años y en la agenda de varios clubs de la Bunbdesliga) ha cometido un inocente penaloti sobre el recién fichado argentino Franco Orozco. El ex de Lanús tomó la responsabilidad y Akinfeev detuvo la pena máxima con las piernas en una acción que acabó con el balón en el larguero en el rechace.

El caso es que con 17 años el portero de Vidnoe (en la región de Moscú) fue clave para aquella victoria por 0-2 en Samara deteniendo una pena máxima en el 86' y este viernes la historia se ha repetido con un paralelismo extraordinario.