Así se fraguó el 'nuevo' rol de Alexia en el Barça

El nuevo rol de Alexia Putellas no es casualidad ni ha sido para nada improvisado. Está todo pensado y es algo que Jonatan Giráldez llevaba un tiempo planeando. De hecho, se remonta a la temporada pasada, cuando la capitana se recuperaba de la grave lesión que sufrió en el mejor momento de su carrera.

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Ya cuando se supo el alcance de la lesión de Alexia y se decidió acudir al mercado, el técnico y la dirección deportiva, entonces encabezada por Markel Zubizarreta, optaron por incorporar a un perfil diferente al de la centrocampista. Se fichó a Keira Walsh, la pieza clave de la Inglaterra campeona de Europa, para ocupar el pivote. No buscando una sustituta sino pensando en el futuro. Y Patri Guijarro fue la encargada de ocupar su posición.

Tras un tiempo de adaptación, el tridente en la medular formado por Walsh, Patri y Aitana -también por Engen, que dio un salto de calidad en su segunda temporada, y con la ayuda de Mariona, Pina o Vicky López en partidos con rotaciones- se consolidó como uno de los mejores medios de Europa, sino el mejor.

Un tridente sólido

Funcionó tan bien que entonces Giráldez empezó a pensar en cómo encajar a Alexia en el rompecabezas. "En ese momento, justo cuando volvió, era muy temprano todavía y no tenía el nivel competitivo necesario para ese tramo tan importante de la temporada, aunque disputó unos pocos minutos de la final de la Champions", explicaba Jonatan Giráldez. Y seguía: "El nivel que teníamos con Aitana y Patri más Keira o Ingrid era muy alto, y además teníamos algo pendiente que era el cómo podíamos mejorar en los últimos metros de cara a puerta".

¿La solución? Alexia. "Antes de la lesión, fue la máxima goleadora del equipo", añadía. 34 goles y 21 asistencias en 43 partidos. Unos registros más propios de una delantera que de una centrocampista. Y la de Mollet ya había jugado más arriba hace unos años, tanto en las categorías inferiores de la selección catalana -que jugó algunos partidos de nueve- y en el Barça, donde también jugó de extremo.

El mejor contexto

Al técnico, sin embargo, no le gusta hablar de posiciones sino de roles. Cada partido es diferente. Cada jugadora es diferente. "Para mí la clave es rodearla de elementos que le permitan participar en zonas en las que creo que tiene que participar, que es en cuadrado y de espalda a las mediocentros, y que además puede tener repercusión en los últimos metros. Es algo que creo profundamente que lo puede hacer, porque tengo el conocimiento de lo que puede hacer, porque sé lo que hace en el día a día, porque conozco a los rivales y porque tengo más información que otras personas que no están. Y porque está consensuado. Está muy receptiva", explicaba el vigués en su primera entrevista de la temporada para SPORT.

De momento, es una prueba. Porque Giráldez es un 'experto' no en reconvertir a jugadoras -que también- sino en potenciarlas para tener más recursos en caso de necesidad y para ser un equipo menos previsible. El mejor ejemplo es Fridolina Rolfö, que llegó como extremo y ha evolucionado hasta convertirse en una de las mejores laterales del mundo. El tiempo dirá. Este es el momento para probarlo, y, si no funciona, a otra cosa.