Independiente pide garantías para partido de vuelta en Brasil

El tema sociopolítico en el estado de Ceará tiene comienza a causar problemas en el mundo fútbol. El estado se encuentra envuelto en una violenta crisis en el cual han muerto 147 personas por causa de los amontinamientos por parte de la policía que piden mejoras salariales. 

Con la ausencia de la policía, el presidente de la nación, Jair Bolsonaro, ha enviado a la policía militar a esa región para que ofrezcan seguridad a los ciudadanos. 

En las últimas horas las autoridades han reportado que la situación está “bajo control”. Para Independiente de Avellaneda, esas frases no son suficientes para darle un sentido de seguridad para que ellos viajen hacia allá para el partido de vuelta de la Copa Sudamericana. 

El presidente de Fortaleza, Marcelo Paz, ya ha confirmado a los medios brasileños que a pesar de los desafortunados incidentes el partido “no corre riesgo”. 

El directivo también había confirmado a través de una entrevista por la cadena argentina TyC Sports que no iba a haber problema. 

“Va a ir mucha gente al estadio. Esperamos cerca de 55 mil personas y podemos garantizar seguridad. Los hinchas de Independiente serán muy bien tratados acá," garantizó.

Independiente viajará este mismo martes rumbo a Ceará con la intención de hacer valer el 1-0 conseguido en el Libertadores de América en la ida. Y aunque la situación del Estado brasileño es muy delicada, el mensaje es claro: no hay de qué preocuparse.

El Rojo de Avellaneda quiere mantener su ventaja de 1-0 en el marcador global en el partido de vuelta. El equipo argentino planea viajar el martes y ya ha recibido la garantía que buscaba para poder estar tranquilo en medio de la crisis en la cual tiene a Brasil muy preocupado.