Cocu, un neerlandés muy catalán

El culé lo acogió con naturalidad, porque se reconoció en el talante del jugador, un tipo con ‘seny’ y ética de trabajo

Demostró que era un todocampista con gol al que se le quedaba muy corta la etiqueta de jugador de equipo

Cocu, un neerlandés muy catalán

Cocu, un neerlandés muy catalán / sport

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Philippe Cocu fue uno de esos jugadores que el culé adopta con naturalidad. Quizás porque al catalán le gusta verse representado en futbolistas con los que comparte talante. Con Cocu hubo algo de eso. Era neerlandés, pero se le adjudicaron valores tan locales como el seny o la ética de trabajo. Lo pidió Van Gaal y llegó del PSV con la carta de libertad la misma temporada que se fue De la Peña, que nunca se entendió con la libreta del técnico. 

Era el signo de los nuevos tiempos: la holandización estaba en marcha y Cocu formaba parte del plan. El aficionado del Barça ya lo había descubierto antes cuando el PSV se cruzó en la liguilla de la Champions. En ese equipo también estaba Bolo Zenden, un extremo prometedor que se torció cuando se puso la camiseta del Barça. Tan distinto parecía que hasta le cambiamos el apellido: de Zenden a Centren, porque no había manera de que pusiera un balón en condiciones en el área.

Mejor le fue a Cocu, que no tardó en desplazar al banquillo a Giovanni y formar, junto a Guardiola y Luis Enrique, el mejor centro del campo de los años con Van Gaal. Cocu era tan elegante como su nombre. Sería injusto rebajarlo al grupo de futbolistas que se hacen indispensables por el trabajo gris. Era mucho más que eso: un todocampista con una relación especial con el gol. Un futbolista de esos que hacen daño entre líneas, un interior de los que aparecen sin avisar y un gran finalizador. 

Cocu era muchas cosas y ninguna, porque no era un especialista. Lo confirmó con el paso de las temporadas en el Barça. A un primer curso con doblete le siguieron años cada vez más tristes, en plena era Gaspart. Fueron tiempos difíciles en los que se vio una versión cada vez más defensiva de Cocu. De interior ofensivo se fue reciclando a mediocentro. De ser un puñal junto a Luis Enrique a cubrir las espaldas a una nueva generación que nacía con Xavi a la cabeza. En su última temporada fue clave para el despegue del Barça de Rijkaard, pero se fue ese mismo verano sin hacer ruido tras años de derrotas. A nadie le extrañó, siempre fue un neerlandés muy catalán.