Raúl de Tomás afronta su prueba de fuego en el regreso a Primera

La temporada pasada se proclamó MVP y máximo realizador de Segunda con 23 dianas

El delantero madrileño es el fichaje más caro de la historia del club después del pago de 20 millones de euros al Benfica

Raúl de Tomás volvió para ser decisivo

Una acción suya provocó el tanto del cuadro blanquiazul que dio el empate de los catalanes. Este fue el partido del delantero / LALIGA

EFE

El delantero del Espanyol Raúl de Tomás afronta una auténtica prueba de fuego tras el regreso del equipo a Primera división, después de proclamarse MVP y máximo realizador de Segunda con 23 dianas.

El futbolista es la referencia ofensiva del bloque blanquiazul y su jugador franquicia. No en vano RDT es el fichaje más caro de la historia del club después del pago de 20 millones de euros al Benfica portugués en enero de 2020.

Raúl de Tomás, en año y medio, se ha consagrado como uno de los argumentos más sólidos de la plantilla del entrenador Vicente Moreno. De todos modos, ahora deberá confirmar su calidad en una categoría en la que no ha terminado de estallar.

El delantero madrileño militó en el Rayo Vallecano en Primera en el curso 2018-19 con un notable rendimiento: 14 goles. Estas cifras le valieron para atraer la atención del Benfica, donde jugó la siguiente temporada.

En su regreso a España, ya con el Espanyol, el atacante arrancó el año 2020 con unas sensaciones muy buenas, marcando en cinco partidos de forma consecutiva, entre LaLiga y la Copa del Rey, pero después su protagonismo se estancó por las lesiones.

Tras un verano en el que sonó con fuerza su posible marcha del RCDE Stadium, RDT brilló en Segunda división. El futbolista demostró hambre en una categoría de menos nivel, peleando por el Pichichi hasta en los últimos compromisos.

Salvo sorpresa, Raúl de Tomás no se moverá del Espanyol esta temporada, que aspira a mantener la plantilla con un ajustado límite salarial. El punta, en este sentido, sigue siendo una pieza determinante en el proyecto.

El futbolista es consciente de que muchos focos están puestos sobre él, algo que no le asusta. Todo lo contrario. "Ser un líder no es una presión para mí, me gusta y lo asumo", afirmó el pasado mes de febrero. Una actitud que se mantiene intacta.