Un Espanyol de andar por Europa

El Espanyol se resarce en Europa

Machín logró su primera victoria como entrenador blanquiazul en Bulgaria  / MEDIAPRO

Albert Gracia

Jugando mal pero ganando, que al final es lo que importa. Machín ha venido para que el equipo sea competitivo y en Bulgaria lo ha sido, incluso con el 'plan B'. Los blanquiazules han controlado buena parte del partido sin tener la posesión pero han sufrido más de la cuenta ante un rival que no ha demostrado nada. Victoria necesaria para un equipo que, juegue quien juegue, le gusta más andar por Europa que por casa. 

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Europa League

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Alineaciones
Ludogorets
Ivanov; Cicinho, Moti, Forster, Nedyalkov; Badji, Anicet (Biton, 67'), Marcelinho; Tchibota, Lukoki (Swierczok, 59') y Wanderson.
Espanyol
Diego López; Lluís López, Bernardo, Dídac Vilà; Corchia, Granero, Iturraspe, Melendo (Marc Roca, 69'), Javi López; Wu Lei (Vargas, 61') y Campuzano (Ferreyra, 78').

Machín y la revolución europea. El técnico soriano cambió cromos respecto a su estreno, marcó el rumbo con su formación fetiche y ordenó a sus tropas asaltar el Ludogorets Arena. El plan estaba bien pensado pero hubo que sudar tinta para poder echar el primer trazo a ese papel en blanco que era el estreno europeo de Machín con el Espanyol.

Un Ludogorets más dominador

En Europa el Espanyol había respondido más o menos bien hasta la fecha con Gallego. Y el soriano no quería quedarse atrás. Anclado en ese 3-5-2 inamovible, el cuadro blanquiazul tardó un mundo en entrar en el partido ante un Ludogorets dominador que buscó ser el protagonista. La posesión ya ha dejado de ser una obsesión para el nuevo Espanyol pero esa es una arma de doble filo.

Por un lado, los de Machín dejaron que fueran los locales los que llevaran la iniciativa, una decisión que pudo costarles caro puesto que el Ludogorets gozó de dos o tres ocasiones lo suficientemente claras como para poder abrir el marcador. Aun así, no tener la posesión sí que tiene su parte buena: no necesitas mucho para hacer daño.

El Espanyol andaba algo perdido en el inicio del partido pero le bastó con un error de alevín de la zaga local para hincar el diente. Lluís López despejó de cabeza, los centrales se durmieron y Campuzano, el más listo de la clase, apareció por la espalda para hacer el primero. Superioridad en el marcador pero tocaba remar mucho más que hasta ahora.

El Espanyol reacciona

El tanto asentó al equipo, que pudo tener algo más de balón gracias a la aparición de Melendo, un alivio para sus compañeros moviéndose entre líneas y dándole continuidad al juego. Más balón y mejor ajustados en la presión. El Ludogorets, por su parte, continuó amasando el esférico y no se rindió ni mucho menos. Su buen hacer cerca estuvo de empatar el partido en un centro lateral que Javi López repelió a bocajarro.

En la reanudación, el Espanyol salió mejor ante un Ludogorets que se dio un respiro para poner el pie en el acelerador al final. Los blanquiazules sufrieron bien poco en la segunda mitad y Machín introdujo a tres titulares para acabar de cerrar el partido. Parecía que todo estaba bajo control con la entrada de Roca y Vargas pero el equipo se fue viniendo abajo y acabó acorralado. La expulsión de Javi López favoreció a ello. Al final, sufrieron como nunca pero ganaron como casi siempre en esta Europa League. Dos victorias y un empate. Ni tan mal.