El momento más dulce en la carrera de Javier Fernández

La Final ISU Grand Prix de Barcelona actuó como espoleta en Javier Fernández. El nivel mostrado por su compañero de entrenamientos y mayor rival, el japonés Yuzuru Hanyu, obligaba al tenista madrileño a dar un paso al frente, añadir más dificultad a sus ejercicios y arriesgarse. Ya lo dicen: "quien algo quiere, algo le cuesta".

Javi ha añadido un segundo cuádruple (cuatro vueltas verticales) en su programa corto. Una innovación que le ha valido fulminar el récord de Europa en el campeonato de Bratislava (102.54), en su camino hacia la cuarta corona continental consecutiva, hito inédito desde 1973 que le sitúa a la altura de los austriacos Willy Böckl (1925-1928), Karl Schäfer (1929-1936) y Emmerich Danzer (1965-1968) y el checoslovaco Ondrej Nepela (1969-1973). "Es un honor estar con todos estos grandes patinadores de la historia. Pero no quiero que acabe aquí, quiero más", afirmó Javier, de 24 años.

También el programa libre, con música de 'Guys and Dolls', le está dando alegrías en los últimos dos meses. En Barcelona el patinador madrileño se convirtio en el segundo en la historia en superar los 200 puntos. Cómo no, tras el increíble Yuzuru, que atesora todos los récords de puntuación: 110.95 en el corto, 219.48 en el largo y 330.43 en el total). 

La novedad en la rutina de Javier: un triple axel, el segundo en un ejercicio plagado de dificultad que exige al máximo.

Volvió a superar esa marca en Bratislava (201.43) lo que significó que Fernández se convirtiera en el segundo patinador que sobrepasa los 300 puntos totales. 

El esfuerzo, complementado con una mejora de su condición física, lo ha hecho con vistas a esa más que presumible batalla, que tendrá lugar del 30 de marzo al 1 de abril en el TD Garden de Boston. Y es que el japonés, actual campeón olímpico, quiere recuperar la corona mundial que perdió en 2015. Ambos llegan en el mejor momento de sus carreras.

"Voy a por un nuevo Mundial y un quinto Europeo", dijo en Bratislava. Y es que, además, como el propio Javi confiesa, "da igual cuántas veces ganes. El primer título, el segundo o el que sea... cada uno de ellos es especial".