El Espanyol pasa ronda en la Copa de 'Lei'

Abonado al sufrimiento en esta edición de Copa, el Espanyol superó en El Plantío la segunda eliminatoria con Wu Lei como protagonista. La precisión del chino y la seguridad de Oier en portería, espectaculares los reflejos del irundarra, permiten a los de Vicente Moreno avanzar ronda. Max Svensson, ya en el añadido, anotó su primera diana con los mayores. 

Burgos CF-Espanyol (6-1-21)

Copa del Rey

BUR

0

2

ESP

Alineaciones

Burgos
Barovero; Rodríguez (Juanma, 56'), Zabaco, Elgezabal (Cerrajería, 72'), Aitor Córdoba, Navarro; Berjón, Pisculichi (Lobato, 56'), Undabarrena (Mumo, 72'), Gómez; Guillermo (Medina, 72').

Espanyol
Oier; Miguelón, Calero, Lluís López, Dídav Vilà; Lozano (Keidi Bare, 86'), Mérida (Álex López, 64'); Vargas (Carreras, 74'), Melamed (Vadillo, 64'), Wu Lei (Svensson, 85'); Campuzano.

Goles

0-1 M.57 Wu Lei. 0-2 M.92 Svensson

Árbitro

López Toca (cántabro).

Campo

El Plantío. 1.000 espectadores.

Precisaron de camprones, cadenas y un sentido del equilibrio fuera de lo normal los futbolistas para mantener la verticalidad sobre el helado césped burgalés, especialmente en el flanco izquierdo del ataque espanyolista. Paradójicamente, los pericos volcaron su productividad ofensiva en esa parcela 'on ice'. Nico Melamed caía a banda y conectaba con asiduidad con Wu Lei. Del delantero chino fueron las mejores aproximaciones catalanas, como un remate en el primer palo y una prolongación en un saque de esquina. 

Resistían los rojillos, que poco a poco se sacudieron el frío. Guillermo no conectó un centro desde banda, con Calero reclamando falta, y posteriormente no cabeceó un regalo de Saúl Berjón. 

Reubicó Vicente Moreno a Nico Melamed, dándole el mando en la mediapunta. Y el de Castelldefels no desperdició la ocasión para brillar. Campuzano no remachó en el interior del área un buen pase de Miguelón. La siguiente llegada blanquiazul sería letal. Abrió Nico a la izquierda, Vila vio el desmarque de ruptura de Wu Lei y el chino, que en velocidad es imparable, se adelantó a los centrales para cabecear el 0-1. 

Oier tuvo que frenar las acometidas castellanas. Hasta tres remates en el área pequeña que el irundarra frustró de su cometido. No daba crédito la afición de El Plantío. El arreón final de los burgaleses se quedó en anécdota. Max Svensson, hijo del exportero de balonmano, selló el 0-2 con una acción individual y un temple de acero. De casta le viene al galgo.