El Inter pone deberes a la Real

Dos goles de Alexis Sánchez y Çalhanoglu situaron este martes al Inter como líder en solitario del grupo D, obligando a la Real Sociedad a ganar al Benfica para seguir igualados en la cima. El tanto del chileno en la primera parte cortó al inicio enérgico del Salzburgo, que regresó del descanso con la misma actitud y empató con un golazo de Gloukh. Sin embargo, un penalti torpe de permitió al cuadro italiano retomar una ventaja que ya no dejó escapar (2-1).

La monumentalidad del Giusseppe Meazza, que presentó el ambiente de las grandes noches europeas, no intimidó al Salzburgo, que después de nueve cursos consecutivos dominando en Austria es un equipo acostumbrado a ganar. El cuadro centroeuropeo dio el primer susto en una triangulación vertigionsa y finalizada por Gloukh que Sommer detuvo en dos tiempos.

El Inter replicó a balón parado en un centro peligroso de Çalhanoglu que se paseó por el área chica, pero la reacción no tuvo continuidad. El equipo de Red Bull imponía su energía en la medular y a la mínima salía disparado en transición. Así se plantó Simic en las barbas de Sommer, pero le faltó decisión y fue atrapado en el último instante por Pavard.

Lautaro denuncia una extorsión

Pero tanto ritmo abrió unos espacios que el Inter supo aprovechar para correr y marcar en su primer remate a puerta. Mkhitaryan puso el centro raso, Frattesi rozó lo justo para despistar a la defensa y Alexis, solo en el segundo palo, cruzó un derechazo de primeras a la red. Tras el gol, el equipo italiano tomó las riendas del encuentro. Pudo anotar el segundo en un centro duro de Dumfries que Dedic casi se marcó en propia puerta y en una acción de estrategia que Pavard malogró en un exceso de generosidad.

Como en la primera mitad, el Salzburgo irrumpió con ímpetu en el segundo tiempo y, tras varios avisos frustrados, empató gracias a un zapatazo de Gloukh ajustado al palo largo. Sin embargo, poco le duró la alegría al cuadro austríaco, pues un penalti torpe de Gourna-Douath permitió a Çalhanoglu devolverle la ventaja al Inter seis minutos después.

El Salzburgo se fue al ataque de forma atropellada en busca del empate, pero apenas inquietó a un Inter bien plantado atrás y que amenazó a la contra. De hecho, Lautaro marcó el tercer gol en una combinación vertiginosa, pero la acción fue invalidada por el VAR por un fuera de juego muy justo.