Inglaterra se rinde a su nuevo rey

La afición del Etihad Stadium le recibió con tímidos silbidos cada vez que el balón pasaba por sus pies. Eran pitos que les salían del alma a unos ‘fans’ ilusionados con la posibilidad de sumar un segundo triplete consecutivo y temerosos de la irrupción de un aguafiestas que, cuando viste el blanco de la selección inglesa es recibido como un auténtico héroe entre los habitantes de las islas. Ayer, sin embargo, Jude Bellingham vestía de negro, un negro que se convirtió en luto para Pep Guardiola y los más de 50.000 espectadores que llenaron las gradas en la noche de los horrores.

Pena máxima para el City

A sus 20 años, el mismo muchacho nacido en Stourbridge -localidad de last 'West Midlands' en Inglaterra de unos 60.000 habitantes- y que dio sus primeros pasos en el Birmingham City antes de despegar en la élite de la mano del Dortmund, regresó a su tierra para dar una auténtica exhibición de fútbol y de carácter vestido con la camiseta del Real Madrid. No había estado fino en sus últimas participaciones, y en la ida en el Bernabéu fue uno de los jugadores que más 'palos' recibió por estar desaparecido, pero en la vuelta fue otro futbolista radicalmente distinto: disputó los 120 minutos, siendo junto a Toni Kroos la única referencia blanca para salir con balón y coger algo de oxígeno, trabajó como un auténtico poseso en defensa, sin arrugarse... y marcó su penalti en la tanda.

MADERA DE LÍDER

Era la noche para las grandes estrellas, y Jude Bellingham demostró estar hecho para la Champions y para el Real Madrid. Cuando más le superaba el fútbol del Manchester City y las piernas empezaban a fallar, ahí estaba él, con el chaleco antibalas abrochado y dispuesto a morir por sus compañeros. El conjunto local, aupado por sus aficionados en una de las noches más calientes que ha vivido el Etihad Stadium en su corta pero exitosa historia europea, veía como su dominio y su exhuberancia con balón se topaba una y otra vez con Bellingham y diez futbolistas más encerrados en su campo que hicieron posible lo imposible. Acabará siendo cierto eso de que la Champions no siempre la ganan los mejores equipos, porque el mejor del mundo verá las semifinales desde casa.

Tras el encuentro, el centrocampista inglés atendió a 'TNT Sports' rodeado de ilustres futbolistas que ahora ejercen como comunicadores. Rio Ferdinand y Joleon Lescott, leyendas de Manchester United y Manchester City respectivamente, charlaron de tú a tú con un Jude Bellingham agotado tras el encuentro pero que aún guardaba fuerzas para reflexionar sobre un encuentro de difícil explicación por el resultado final y la eliminación del Manchester City. Sus declaraciones fueron bien recibidas tanto por los aficionados blancos como por los ingleses, seguros de que están ante su gran esperanza para liderar la inmensa generación de talento en su selección.

“Antes del partido todos daban al City como favorito y le veían en la final, creo. Es un alivio. Hemos puesto mucho en el partido. Al final estaba prácticamente muerto. Ya sabes, he jugado contra el City antes, estás cerca de sacar algo y es como si te lo arrebataran constantemente. Tienes que trabajar muy duro para vencerlos. Llevárnoslo ha sido una gran recompensa”, explicó ante los micrófonos.

Sobre la presión de vestir la camiseta del Real Madrid y las críticas recibidas en las últimas semanas, fue muy contundente: "Si quieres ir a un club como el Madrid, si quieres dar este paso, tienes que asumir que serás criticado, que vas a estar en el foco. Nunca pude imaginarme que esto iba a ser así. Ya no es el rendimiento, los goles, es lo que se siente jugando para este club. Doy las gracias por estar aquí. Espero que sigamos teniendo muchas noches como esta”, explicó. Como curiosidad, apuntó que su hermano menor Jobe Bellingham (y futbolista del Sunderland) estuvo viéndole en las gradas del Etihad, y por primera vez desde que viste la camiseta del Madrid.