Doku no pudo cambiar la historia de siempre

El atacante belga puso contra las cuerdas al Real Madrid, pero los de Ancelotti acabaron llevándose el billete a las semifinales de Champions en los penaltis

Pena máxima para el City

Manchester City - Real Madrid | El gol de Kevin De Bruyne

Kevin De Bruyne empató el partido en el 76 de juego / TELEFONICA

Àlex Calaff

Àlex Calaff

El Real Madrid apagó el sueño del Manchester City de conseguir de dos tripletes seguidos. Los de Guardiola fueron claramente superiores y capaces de hundir por completo a los blancos en el área de Lunin, pero también evidenciaron que en la Champions League siempre manda la misma máxima: aprovechar el momento y materializar las opciones que uno tiene. No hay más que eso. "Cruyff decía que la suerte no existe, y estoy de acuerdo", dijo el de Santpedor tras caer eliminado en los penaltis.

Algunos dirán que el Real Madrid protagonizó un acto imposible de resistencia en el Etihad. Otros, que no podían hacer nada más que encerrarse atrás, tratar de repeler todos los intentos de los 'Skyblues' y rezar para que pasaran los minutos. Y lo cierto es que, especialmente desde la entrada de Jérémy Doku, en el minuto 72, había la sensación de que los de Ancelotti ansiaban una tanda de penaltis para resolver la eliminatoria y poner fin a todo el sufrimiento que les causó el belga por la banda izquierda.

Jérémy Doku revolucionó el choque y causó estragos a un Daniel Carvajal que se tuvo que dedicar a perseguir su sombra en prácticamente cada acción. Guardiola se guardó toda la explosividad del '11' para los minutos finales del tiempo reglamentario.Trató de cocinar el pase a semifinales a fuego lento, por el sector izquierdo, siendo Grealish el encargado de darle vueltas al guiso, con calma y paciencia, y el ex del Rennes el de poner el toque de sal y dar el último golpe de calor a una receta que apuntaba a ser ganadora.

Los dos extremos, que han estado pugnando durante la temporada por la titularidad en el extremo izquierdo, jugaron de la mano, pese a no coincidir sobre el verde, para intentar desatascar una eliminatoria que, a medida que el tiempo pasaba, cogía el mismo sabor de siempre: el de un Madrid que sabe sufrir y consigue el objetivo.

CLAVE EN EL EMPATE

Cuatro minutos después de saltar al verde, en el minuto 76, Doku demostró por qué es uno de los mejores regateadores del mundo y fue clave en el tanto del empate que llevaría el sufrimiento de los blancos a la prórroga. Con un recorte imparable, en seco, se deshizo de Valverde con mucha facilidad para poner un centro tenso al primer palo. Rüdiger dejó el balón muerto a las piernas de De Bruyne. Y el belga, que no podía fallar, la clavó por arriba, lejos de los guantes de Lunin, que salvó al Madrid en incontables ocasiones.

Doku celebra el empate contra el Madrid junto a Kevin De Bruyne

Doku celebra el empate contra el Madrid junto a Kevin De Bruyne / EFE

El propio De Bruyne tuvo el segundo en sus botas, la puñalada definitiva para terminar de desangrar a los de Ancelotti. Por desgracia, en un arrebato de mortalidad, la mandó a las nubes para darle una vida extra a un Madrid que parece nunca muere del todo. El partido llegó a la prórroga, y a Carvajal, que siempre juega con camiseta de manga larga, no le quedó otra que arremangarse y ponerse el mono de trabajo. Por delante, 30 minutos defendiendo a una 'bestia' desatada, fresca, y que no tenía otra intención que hacerle sufrir de lo lindo.

EXPRIMIÓ A CARVAJAL

A la primera de cambio, Doku siguió a lo suyo. Recibió escorado, 'empujó' a Carvajal hasta dentro del área, y puso un centro que por centímetros no se transformó en el 2-1. Su superioridad era tan insultante que el ataque del City se volvió monótono, como si fueran repeticiones de otras ocasiones. Mover el balón, apertura al belga y que encarase. Y al lateral español no le quedaba otra que recular. Si le entraba de golpe o decidía achicarle espacio, aparecía automáticamente detrás de su espalda, como si se pudiera teletransportar.

'Rodri abre para Doku' se convirtió en un bucle en la narración. La realización buscaba a Carvajal, cada vez tenía más primeros planos. La expresión del lateral madrileño era la de alguien que lo está pasando mal, que tira más de corazón que de capacidades físicas, intentando aguantar el tipo. Y aún le quedaban 20 minutos por delante. El belga siguió desgastándolo en cada ocasión que tuvo. Por dentro, por fuera, en carrera, en estático... Confiando en que uno de sus centros encontraría receptor, o que podría fabricar el gol él directamente. Ancelotti, que vio el panorama, decidió meter a Lucas Vázquez para echarle un cable. Doble lateral para parar a un extremo. Un tremendo elogio para los grandes regateadores.

Jérémy Doku, en uno de los incontables duelos que protagonizó contra Carvajal

Jérémy Doku, en uno de los incontables duelos que protagonizó contra Carvajal / AP

En el minuto 108, Carvajal dijo basta. Mejor dicho, sus piernas, agotadas de perseguir a Doku. Se fue al suelo tras un buen último servicio, evitando una acción peligrosa del belga. Abandonó el césped del Etihad mostrando a todos los que siguieron el partido la definición de la palabra ‘sufrir’. Pero su sufrimiento, el de todo su equipo, tuvo premio. La electricidad de Doku no fue suficiente para derribar el muro de los de Ancelotti, que en muchas ocasiones no se derrumbó por pura fe.

En los penaltis, Luka Modric, que está aburrido de encarar situaciones de máxima tensión, falló ante Ederson. Parecía que la historia que todo el mundo conoce, la de un Madrid vencedor tras largos minutos de sufrimiento, se iba a romper de una vez por todas. Sin embargo, Bernardo Silva y Kovacic no le ganaron la partida a Lunin y Rüdiger explotó de alegría tras convertir la pena máxima que significaba otras semifinales de Champions.