El Chelsea culmina un desastre anunciado

Los 'blues' no pudieron obrar un milagro casi imposible y ya están fuera de todas las competiciones a 18 de abril

El Chelsea está a catorce puntos de puestos europeos en Premier, fuera de la Champions y fuera de competiciones coperas

Joao Félix, una de las estrellas que ha decepcionado en el Chelsea

Joao Félix, una de las estrellas que ha decepcionado en el Chelsea

Albert Gracia

Albert Gracia

Derrota más que merecida en Stamford Bridge ante el Brighton, bronca de Todd Boehly en el vestuario, Lampard, decepcionado con sus jugadores... Con ese caldo de cultivo llegó el Chelsea a la vuelta de los cuartos de final de la Champions League teniendo que remontar un 2-0 de la ida ante todo un Real Madrid. Y la cosa no ha ido bien, como no podía ser de otra manera. 2-0 en la ida y 0-2 en la vuelta.

Ni el equipo ni Stamford Bridge apenas se creyeron el ambiente de remontada y el resultado no ha sido otro que una eliminación dolorosa por el qué y por el cómo en manos del Real Madrid. El Chelsea se queda ya sin temporada a 18 de abril, sin poder pelear por ningún objetivo.

Fuera de la Champions, a catorce puntos de puestos europeos en la Premier League y eliminado de cualquier competición copera. El qué duele, pero el cómo duele quizás más. Los 'blues' dicen adiós a la campaña a las primeras de cambio, después de haber invertido más de 600 'kilos' en traspasos multimillonarios y con la sensación de no haber podido explotar ni la mitad del potencial de esa plantilla.

Sin un proyecto definido

Una plantilla repleta de estrellas que no han trabajado dentro de un molde, de un proyecto deportivo y de una idea. La dirección 'blue' decidió cesar a las primeras de cambio a Tuchel, que recelaba de la política de fichajes; luego se 'cargó a Potter, que tuvo que encargarse más de manejar egos y suplencias de jugadores 'top' que de crear una estructura; y por último han aparecido Bruno Saltor y Frank Lampard para acabar la campaña de la forma más aceptable posible.

Hasta cuatro entrenadores en apenas nueve meses de competición dificultan y mucho la posibilidad de forjar cualquier equipo competitivo. Demasiados volantazos desde arriba que han tenido como resultado una temporada tremendamente decepcionante pese al gasto realizado.

Ahora el Chelsea está obligado a cambiar de capitán del barco. Luis Enrique, Nagelsmann, Pochettino o quién sea deberá crear una estructura y un equipo base y a partir de ahí construir bajo una idea. Tiempo y paciencia para crear un proyecto nuevo. Veremos si Todd Boehly puede hacerlo. Ya tiene como ejemplo lo que ha sucedido esta campaña. Las prisas no suelen ser buenas consejeras.