Un Atlético "que emociona" logra en el Metropolitano una clasificación que valdrá 70 millones

El estadio rojiblanco registró récord de asistencia (69.196 espectadores) en el triunfo ante el Inter que encarrila la participación en el Mundial de Clubes 2025

Resumen, goles y highlights del Atlético de Madrid 2 (3) - 1 (2) Inter de Milán de la vuelta de los octavos de final de la Champions

Resumen, goles y highlights del Atlético de Madrid 2 (3) - 1 (2) Inter de Milán de la vuelta de los octavos de final de la Champions / TELEFÓNICA

Denís Iglesias

Cuando un seguidor del Atlético de Madrid dice que lo suyo es diferente y que no trates de entenderlo lo hace desde la superioridad sentimental que le da ser parte de una afición que es todo compromiso. La que llevó frente al Inter en volandas a los suyos hacia cuartos de la Champions con una victoria que valdrá 70 millones de euros cuando se certifique que los de Simeone son equipo del Mundial de Clubes. Esto supondrá, como mínimo, 50 millones por participar a los que hay que añadir la suma por seguir en Europa. Una cifra que oxigena la caja de la entidad.

Cuando en 2017 los rojiblancos se fueron del Vicente Calderón al Metropolitano, algún rival pensó que la magia del viejo estadio se quedaba en el paseo de los Melancólicos. Pero la nostalgia, con todo su poder evocador, se la llevaron a cuestas. Así pudieron hacer de su nueva casa en la avenida Luis Aragonés un templo inexpugnable. Solo la derrota en Copa del Rey frente al Athletic y el empate en Liga contra el Getafe evitan que el balance sea perfecto.

El pozo, lo mejor que le puede pasar el Atlético

"El Atlético es un equipo que emociona. Tiene una afición increíble. Son doce años en el club y todavía me siguen apareciendo esos sentimientos de un chaval que recién ha aterrizado aquí. No tienen ni idea de lo que es estar ahí abajo", defendió Diego Pablo Simeone después de convertirse en el primer entrenador de toda la historia que alcanza las 50 victorias con un club español en la Copa de Europa.

"Me conocen de hace tiempo. Terminó el partido de Cádiz y pareció que no teníamos ninguna oportunidad con el Inter. Y dije: 'Uff, es lo mejor que nos puede pasar'. Es cuando el equipo reacciona. Casualidad o no, el Atlético lo ha vuelto a lograr cuando nadie creía en él. Mejor dicho, mucha gente, pero ninguna de la que estuvo en el campo. Pasó. Se entregaron e hicieron un gran partido", alabó el argentino.

No es fácil ser el 'Cholo' a pesar de la costumbre. Su salario es un dato que siempre se comenta en las derrotas, pero que no sale a colación cuando se sale con la suya en el engaño emocional de esta eliminatoria. A veces resulta poco creíble, porque el Atlético ya se ha asentado en la primerísima fila. Sin embargo, ese retroceso a las entrañas del pozo es imprescindible para entender gestas como la firmada ante un Inter que asombraba a Europa con sus números.

Récord de asistencia y 'vendetta' con la afición del Inter

Sucedió como en Anfield frente al Liverpool o en el Allianz contra el Bayern de Guardiola, al que también tuvo contra las cuerdas ya en el Manchester City. Los de Simone Inzaghi se sintieron como el Barça de Messi, Suárez y Neymar o el Chelsea de Mourinho. Sometidos al embrujo del Atlético y todo lo que le rodea. Una construcción social capaz de levantarse ante dos finales perdidas frente al Real Madrid y que aprovecha cada victoria para elevarla a la categoría de recuerdo imborrable.

Al Metropolitano solo se podía llegar a través del rojo bengala y la celebración llenó la grada con flashes de móviles. Era la 'vendetta' de los locales ante los 4.000 desplazados 'interistas' que se creyeron la estadística. Los 'nerazzurri' fueron esclavos del 'big data' y pensaron que con el 0-1 de Dimarco sería más que suficiente para un equipo que a partir del minuto 75 no había encajado un solo gol en toda la temporada.

Pero el Atlético, ante 69.196 almas que marcaron un nuevo récord de asistencia al Metropolitano, hizo todo bien. No salió a especular. Supo reponerse al golpe del Inter. Esperó a que Griezmann encontrase la inspiración tras la inactividad de la lesión. Se olvidó del precedente de la Copa. Toleró la intención de Simone Inzaghi por sedar el encuentro. Encontró la revolución en el banquillo con Memphis y supo tomarse la prórroga como lo que es, un tiempo extra hacia el dolor o la gloria.

En la tanda de penaltis apareció la divinidad que requieren las epopeyas. Un Oblak 'ex machina' que, con dos paradas antológicas acabó llevando a Lautaro al error. Los complejos de las tandas pasadas quedaron desterrados. Este cambio de página será fundamental en unos cuartos de final que no se daban desde hace años. Con campeones y finalistas en todas las combinaciones (Real Madrid, PSG, City, Arsenal, Bayern, Atlético, Barça y Dortmund).

El Atlético amarra su plaza para el Mundial de Clubes

A la gloria de la remontada, el Atlético sumará una interesante suma de dinero. Con el triunfo ante el Inter prácticamente asegura una plaza en la Copa Mundial de Clubes que se jugará entre junio y julio de 2025. Un torneo de 32 equipos para el que la UEFA tiene 12 cupos, con cuatro de ellos designados para los ganadores de la Champions de 2021 a 2024 y otros ocho para conjuntos no campeones con mejor ranking.

Una de las plazas que queda por asignar es para el octavo mejor de los últimos cuatro años. Actualmente, esta posición la detenta el Atlético, que ganó tres puntos ante el Inter para sumar 65 en la tabla. Le sigue el Barcelona, con 59 puntos, que está lamentando sus tropiezos ante el Shakhtar y el Amberes en fase de grupos. Cada triunfo otorga dos puntos; cada empate uno; y pasar de ronda, otro. Por tanto, el Atlético tiene prácticamente asegurada su presencia en el 'Supermundial'.

Incluso perdiendo sus dos encuentros de cuartos y ganando los de Xavi sus enfrentamientos, los azulgrana todavía tendrían que sumar algún punto en semifinales. En caso de empate, se clasificaría el que hubiese llegado más lejos en Champions. Otra vía para acceder es ganando el torneo, una aspiración para la que los rojiblancos no son favoritos. Justo lo que les convierte en candidatos para dar la sorpresa y convertir el 'big data' en esoterismo.