Lo que vive Nainggolan: "Juego a cambio de cacahuetes..."

El jugador belga ha hablado sobre la dura etapa que vivió en el Royal Amberes

A día de hoy está jugando con el SPAL en la Serie B, la segunda división del fútbol italiano

Nainggolan, jugador belga, ha vivido una difícil trayectoria profesional

Nainggolan, jugador belga, ha vivido una difícil trayectoria profesional / BRUNO FAHY

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La carrera de Radja Nainggolann ha sido, cuanto menos, ajetreada. Un jugador que parecía destinado a hacer historia pero cuya carrera se ha visto truncada por sus altibajos tanto dentro como fuera del campo. Aun así, sigue siendo uno de los mejores. 

Walter Sabatini, su entrenador en la Roma, no duró en calificarlo como "un delincuente" durante una aparición en el Twitch de 'La Gazzetta dello Sport'. Ahora, Nainggolan ha decidido ser él quien se pronuncia sobre su propia vida. El actual jugador del SPAL, un equipo de segunda división de la Serie A, ha hablado sobre su tumultuosa etapa en el Royal Amberes, cuando decidió volver a Bélgica, su país de nacimiento, para poder estar cerca de su familia. Desafortunadamente, no salió tan bien como esperaba.

"Mis hijas fueron la razón principal por la que regresé a Bélgica. De lo contrario, solo podía estar con ellas de vacaciones. Quería quedarme en Amberes, incluso perdiendo mucho dinero, como fue el caso, pero eso no fue un problema", explica sobre su decisión de volver a Bélgica

Sin embargo, el presidente del club no estaba satisfecho con el fichaje e incluso lo relegaron al filial. El jugador belga narra su dura experiencia: "En Amberes me trataron como un parásito, como si fuera un pedazo de mierda. Cogieron a Overmars como director deportivo para intentar reincorporarme al equipo principal pero nadie se atrevió a ir contra el presidente. Hice lo mejor que pude en el equipo B, apoyé a los más jóvenes... He estado en muchos clubes y nunca me han tratado así, ni siquiera podía entrar por la puerta principal del centro de entrenamiento", lamenta, y termina hablando sobre el trato recibido por parte del presidente: "me obligó a salir del país y nunca se lo perdonaré".

Ahora ha vuelto a Italia, a un humilde equipo de segunda división de la Serie A, pero al menos se siente valorado y es feliz: "En la SPAL juego a cambio de 'cacahuetes' pero con gusto, disfruto jugando", concluye valorando su equipo actual.

Tiene 34 años y está más feliz y tranquilo que nunca a pesar de estar en un equipo de segunda. A día de hoy no piensa en la retirada y, ahora que ha encontrado su lugar, quiere seguir siendo importante en el terreno de juego.