El viacrucis de Eriksen en Milán

Los primeros meses de Eriksen en la Lombardía están siendo para olvidar. Primero llegó como una auténtica estrella, para dar un salto de calidad del Inter y se ha quedado en un suplente de lujo para Antonio Conte, que lo pidió para dejarlo en el banquillo. Y luego salta por los aires parte de la temporada con la pandemia del coronavirus.

Si todos los jugadores están viviendo días complicados, como todos los ciudadanos, el caso de Eriksen es todavía más especial. El danés se alojaba en un hotel de la Lombardía, que se vio obligado a cerrar por el confinamiento y obligó al mediapunta del Inter a alojarse en la ciudad deportiva ‘nerazzurra’. Así lo cuenta en declaraciones a ‘The Sun’. Tuvo la opción de irse a dormir al sofá del domicilio de Lukaku pero eligió quedarse en el centro deportivo Appiano Gentile. 

“Pensé en hablar con ellos (Young y Lukaku) pero tenían familias a las que cuidar y dormir 14 días en el sofá de alguien es demasiado”, aseguró el danés. “Terminé quedándome en el centro del club con un chef y cinco miembros del personal que optaron por ponerse en cuarentena para proteger a sus familias”, aseveró.

Más problemas

Aun así, este no ha sido el único infortunio de Eriksen en las últimas semanas. Y es que el centrocampista también tuvo que dar explicaciones a la policía italiana de por qué se estaba saltando el confinamiento cuando lo encontraron en la calle.

Pero el danés prefiere tomárselo con un cierto optimismo: “La policía me detuvo y con mi italiano bastante malo tuve que explicar lo que estaba haciendo, a dónde iba y por qué estaba fuera de casa. Nunca he tenido tanto tiempo libre y ni siquiera puedes ir de compras. No podemos quejarnos, ya que es mucho más difícil para muchos otros, pero es muy diferente a la vida a la que estamos acostumbrados”. Eriksen y su aventura.