La Bundesliga se decidirá en 'Der Klassiker'

El Bayern superó por 0-3 al Arminia y se sobrepuso a la eliminación europea

Los de Nagelsmann, convencieron por el resultado, pero no por las sensaciones

Los jugadores del Bayern celebrando el gol de Gnabry

Los jugadores del Bayern celebrando el gol de Gnabry / Twitter Bayern Munich

Adrià Corominas

El Bayern necesitaba dar un golpe de campeón. Tenía que demostrar que la eliminación europea en manos del Villarreal solo fue un tropezón inoportuno y que no volverá a ocurrir nada parecido. Y para ello, no le valía una simple victoria ante el penúltimo clasificado: necesitaba marcar territorio. Lo consiguió con el marcador (0-3), pero no con las sensaciones.

Arminia-Bayern

Bundesliga

0
3
Alineaciones
Arminia
S. Ortega; Guilherme Ramos, Pieper, Nilsson, Laursen (Bello, 39’); Prietl, Kunze (Vasiliadis, 45+4’); Okugawa, Serra (Hack, 74'), Schöpf (Gonzalo Castro, 74'); Wimmer.
Bayern
Neuer; Davies, Upamecano, Nianzou (Stanisic, 46’), Pavard; Goretzka, Kimmich; Sabitzer (Sané, 61’), Müller (Musiala, 61’), Gnabry (Vidovic, 89'); Lewandowski (Choupo-Moting, 89').

Y eso que Nagelsmann salió con todo. Pese a las bajas, sacó un equipo 100% reconocible para rehacerse del batacazo que supuso el partido del martes.

Al minuto 8, Lewandowski dio el primer aviso serio con un remate a bocajarro que sacaron milagrosamente entre el travesaño y Ortega, el portero local. 

Pero un minuto después, un error en el control dentro del área del polaco, que todavía debía estar pensando en el error anterior y que no encontró su sitio en el partido, despistó a un Laursen a quién rebotó el balón que acabó introduciéndose dentro de su propia portería.

El primero había subido en el electrónico, pero el Bayern quería más. Goretzka las tuvo poco después con dos remates certeros dentro del área que rechazó la defensa local. También Sabitzer, que sorprendía constantemente desde segunda línea. 

Cada aparición de Davies por la izquierda era un tormento para la defensa del Arminia, que sacaba agua como podía a las embestidas bávaras. El canadiense confirmó con una gran actuación que dejó atrás de una vez por todas los problemas respiratorios que arrastraba desde su contagio por Covid-19 y volvió a lucir su mejor nivel.

Un Bayern muy frágil en defensa

Pero se resistía incomprensiblemente el 0-2. El Arminia no respiraba, aunque a pesar de estar sometido por el control total del conjunto de Nagelsmann, no renunciaba a percutir a la contra y buscar las cosquillas de su rival, que siguió empeñado en mostrar una debilidad defensiva impropia del cuadro bávaro.

Y cerca estuvo así de sacar petróleo Okugawa, al que solo el VAR le privó de subir el empate justo antes de ir al descanso. 

Una acción que fue todavía más cruel cuando poco después, en el añadido, cuando el Arminia parecía que le estaba empezando a perder el respeto al líder, Gnabry culminó en gol un pase en profundidad de Kimmich y puso tierra de por medio antes de coger el camino a vestuarios.

A tres puntos del título

Una diferencia de goles que fue insalvable para un Arminia al que cada vez le queda menos para ganarse una plaza para la próxima edición de la Bundesliga y que vio como Musiala ponía el definitivo 0-3 en el marcador a poco de acabar a pase de Lewandowski.

El Bayern sacó el resultado, porque tiene tanta pólvora que con poco genera ocasiones de gol, pero le falta ese hambre que le ha caracterizado siempre. Ya no es aquel rodillo que lo ha caracterizado últimamente. De hecho, de haber tenido enfrente a otro rival con más recursos ofensivos y más confianza, se hubiese encontrado en serios apuros.

Pero al final, 3 puntos más para los bávaros, que de ganar el próximo fin de semana ante el Dortmund de Haaland, se alzarán campeones de nuevo de la Bundesliga. 'Der Klassiker' decidirá.