Valle, un extremo con valores

Ayudado por el Barça durante su etapa como jugador, retornó a la entidad el auxilio recibido cuando se jubiló

Jugador de banda, habilidoso y profundo, especialista en los centros, defendió la camiseta del FC Barcelona entre 1940 y 1949. Persona humilde y bondadosa, maltratado por las lesiones y la vida, abanderó siempre la solidaridad y el compañerismo

Josep Valle defendió la camiseta del FC Barcelona entre 1940 y 1949

Josep Valle defendió la camiseta del FC Barcelona entre 1940 y 1949 / Archivo

David Salinas

David Salinas

Devolver a la sociedad parte de lo recibido. Este principio incuestionable de la Agrupació de Jugadors del FC Barcelona lo han mantenido vivo muchos futbolistas a lo largo de la historia pero, posiblemente, solo Josep Valle lo llevó a un nivel de exigencia tan elevado. El escurridizo extremo de la década de los años 40, ayudado por el club en múltiples ocasiones durante su etapa en activo, retornó el auxilio recibido en su momento una vez jubilado. Se entregó en cuerpo y alma a la Agrupació para acompañar a aquellos exjugadores con problemas económicos, de movilidad o que se encontraban solos. Durante sus últimos años de vida ejerció de ángel de la guarda.

Josep Valle Mas nació en Oliete (Huesca) el 13 de noviembre de 1917. Sus padres vivían en Barcelona, pero quisieron que el pequeño Josep viera su primera luz en su pueblo natal. El fútbol entró en la vida de Valle durante su escolarización en La Salle de la carretera de Sarrià y, con 12 años, defendió la camiseta del CD Vilacortsense, con sede en la Travessera de Les Corts de Barcelona. Pasó después por el Sants, debutando con el primer equipo verdiblanco a los 17 años.

El Barça

La Guerra Civil, como a tantos jugadores, frenó su carrera y fue enviado al frente, pasando después por un campo de concentración francés. Tras el conflicto bélico regresó fugazmente al Sants, que le cedió al Barça la temporada 1939-40 hasta que, en junio de 1940, el equipo azulgrana confirmó su adquisición, avalado por Agustí Sancho, que también había defendido la camiseta del Sants. Junto a Valle llegó también como refuerzo, procedente del Murcia, José Bravo, un habilidoso extremo ceutí.

Valle tuvo un debut oficial para olvidar en septiembre de 1940. El Barça fue barrido por el Sevilla 11-1 y, pese a abrir el marcador, su gol, quedó en una anécdota. Años después, en 1943, le tocó vivir otro 11-1, ahora en Chamartín, contra el Real Madrid, en un partido de Copa.

En abril de 1941 se lesionó de gravedad contra el Valencia en un duelo de la Copa Presidente y el Barça, para compensarlo, lo ayudó económicamente hasta el final de la temporada.

Por su condición de soldado republicano fue obligado a prestar el servicio militar con el Ejército vencedor y fue destinado a La Coruña. El Barça, tras la mediación del General Luis Orgaz, capitán general de Catalunya de 1939 a 1941 y Alto Comisario Español en Marruecos de 1941 a 1945, logró su traslado a Barcelona. El extremo reapareció a finales de noviembre de 1941 en un Atlético Aviación-Barça (5-4) jugado en Vallecas. Pese al doblete de Valle, el equipo barcelonista se fue de vacío de Madrid.

En diciembre de 1943 contrajo matrimonio y siempre recordaba que el Barça, como regalo de boda, le abonó una mensualidad. Las lesiones fueron una constante en su carrera y en 1945 sufrió una que lo mantuvo en el dique seco entre abril y finales de noviembre. En septiembre de 1946 volvió a quedar fuera de combate hasta mayo de 1947. Y no sería su última lesión...

Con el Barça fue campeón de Liga con Josep Samitier de entrenador en la temporada 1944-45 y volvió a serlo en la 1947-48, con Enrique Fernández. También fue campeón de Copa en 1942 (no se alineó por lesión) y jugó el partido de promoción contra el Murcia ese año para no descender a Segunda División.

El desgaste físico acabó pasándole factura y el Barça le abrió las puertas a principios de la temporada 1949-50, fichando por el Badalona, en Segunda. Entre 1950 y 1952 defendió la camiseta del Sant Andreu y colgó las botas en el Palamós el curso 1952-53.

De su etapa en el Barça, de nueve años, destacó “lo bien que siempre me trataron los jugadores, entrenadores, directivos y demás personal del club. Sin olvidarme, claro, del apoyo que me brindaron los socios y simpatizantes”.

Entrenador

Tras colgar las botas pasó por los banquillos del Horta (1953-54), Sant Andreu (en dos etapas, 1954-57 y 1965-66), Constància (1957-59), Maó (1959-65) y Prat (1967-68, en Primera Regional). Valle nunca tuvo objeción alguna en asegurar que “dejé los banquillos porque sufría demasiado. Un día me habría dado un infarto”.

También confesó que dejó de entrenar en Baleares, pese a ser muy querido y respetado (estuvo ocho años) para atender sus padres, que vivían en Barcelona.

Josep Valle sufrió un infarto pulmonar el 27 de diciembre de 2005 del que no se recuperaría, falleciendo el día 31 en Barcelona. Tenía 88 años. El Camp Nou guardó un respetuoso minuto de silencio en su memoria el 11 de enero de 2016 antes de un Barça-Zamora (6-0) de Copa. Valle ya había perdido a su esposa y a un hijo con 52 años, víctima de un cáncer.

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