El último tren pasa por Vigo

El Barça visita Balaídos obligado a ganar y a recuperar sensaciones antes de viajar a Nápoles

Los de Xavi no conocen la derrota en Liga fuera de casa, pero han cedido cinco empates

Las opciones blaugrana pasan por recuperar la solidez defensiva de forma urgente

Xavi: "Tengo la confianza de Laporta y Deco"

Xavi Hernández en la rueda de prensa previa al partido ante el Celta / PERFORM

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça atraviesa un momento clave de la temporada. Llega al mes de febrero tras dejar atrás la Copa, eliminado por el Athletic, y caer en la Supercopa de España en la final disputada ante el Real Madrid. Reeditar el título de Liga parece a día de hoy un objetivo poco realista porque el líder suma diez puntos más que los blaugrana, pero queda demasiado en juego para bajar los brazos. Tanto en el torneo de la regularidad como en la Champions.

De hecho, si existe alguna posibilidad, aunque sea muy lejana, de, por lo menos, presionar a los de Ancelotti y al Girona, segundo clasificado, pasa por regresar de Balaídos con una victoria que permita dejar atrás el episodio vivido ante el Granada en Montjuïc, donde el Barça fue capaz de generar ocasiones con cierta facilidad y marcar tres goles, pero acabó empatando por una exhibición defensiva caótica. En eso ha trabajado durante toda la semana Xavi en la Ciutat Esportiva, consciente de que, a nivel ofensivo, los números son buenos (los blaugrana suman 50 goles en Liga, dos menos que Madrid y Girona, cuatro más que la temporada pasada tras las mismas jornadas).

Previa del Celta - FC Barcelona de LaLiga EA Sports

Previa del Celta - FC Barcelona de LaLiga EA Sports / SPORT

El agujero atrás está mermando cualquier opción de ser campeón. De hecho, el partido ante el Celta, que lucha por la salvación, solo ha ganado cuatro partidos en lo que va de Liga y en casa solo ha sido capaz de marcar ocho goles, debe servir para recuperar las sensaciones que dejaron los encuentros ante Osasuna y Alavés previos al empate ante el Granada. Más allá de intentar mantener el pulso con la cabeza de la tabla, consolidarse entre los cuatros primeros y aumentar la ventaja sobre sus perseguidores forma parte también de las prioridades del conjunto de Xavi a estas alturas.

Iñigo Martínez y Xavi Hernández en el entrenamiento matutino del miércoles

Iñigo Martínez y Xavi Hernández, en la Ciutat Esportiva / FCB

El técnico rechazó ayer introducir rotaciones en el equipo, más allá de los cambios en el once que considere necesarios para competir mejor en Vigo. Sus palabras demuestran que, pese a la cercanía de la eliminatoria de octavos de la Champions, Xavi no tira la toalla en el torneo de la regularidad y sigue mirando hacia arriba por convicción. Así lo traslada a sus jugadores cada vez que tiene ocasión de hacerlo. En ese sentido, ejerce en consecuencia y mantendrá su determinación.

La Champions, a la vuelta de la esquina

El Barça no conoce la derrota a domicilio en la Liga, aunque también es cierto que ha dejado escapar diez puntos repartidos en cinco empates. En total, seis victorias y cinco partidos que acabaron en tablas, tres de ellos ante Mallorca, Granada y Getafe, todos ellos, como el Celta, involucrados en la lucha por la permanencia. No parece que haya dado con la tecla el equipo blaugrana para imponer su superioridad fuera de casa ante este tipo de rivales. Y ahora es cuando más necesita mostrarse poderoso.

A la vuelta de la esquina está la Champions. El regreso de la máxima competición europea supone, en el fondo, un soplo de aire fresco para el conjunto de Xavi Hernández porque el torneo continental les enfrenta en octavos al Nápoles, que lo está pasando mal en la Serie A, absolutamente descabalgado de la lucha por el título que a día de hoy aún sigue ostentando. La mirada habitualmente optimista del técnico culé, eso sí, necesita cimentarse en juego y resultados sobre el césped.

Kvaratskhelia salva 'in extremis' al Nápoles

Kvaratskhelia, futbolista del Nápoles / EFE

La mejor forma de preparar la eliminatoria europea es ganando. Y hacerlo con una versión reconocible del Barça, la que se ha visto de forma demasiado irregular. Ya no hay marcha atrás. En pocos días el conjunto culé puede acabar de confirmar la que sería una temporada para olvidar o permitirse el derecho a seguir soñando, ya sea en la Liga, donde las opciones son muy escasas, o en la Champions, plantándose en cuartos. La historia dice que el Barça siempre ha sido campeón de Europa cuando también lo ha sido en el torneo doméstico. Este equipo tiene ante sí la posiblidad de cambiarla.