¿Qué pasará con Gerard?

Gerard López dirige con éxito al Barça B

Gerard López dirige con éxito al Barça B / Pedro Castroverde

German Bona

German Bona

El soñado ascenso del Barça B a la categoría de plata está encaminado, pero no certificado. Son muchas las decisiones que se han de tomar en los despachos que están a expensas de la confirmación del gran objetivo deportivo del filial. Precisamente porque la formación está por encima de todo, es imprescindible tener al segundo equipo azulgrana en la categoría que le corresponde. Y si cuando van mal dadas el entrenador es el señalado, en momentos buenos también se le debe considerar uno de los artífices, sino el que más. Gerard López termina contrato el 30 de junio y si alcanza el objetivo que ya roza con la punta de los dedos, su futuro seguirá vinculado al filial barcelonista.

Situación contractual

Gerard cogió las riendas del Barcelona B el verano de 2015 en un momento complicado para el conjunto de referencia de la cantera azulgrana. Los malos resultados en Segunda A se habían llevado por delante a Eusebio, y Jordi Vinyals no pudo evitar el descenso. 

Gerard firmó por dos temporadas con una marcada hoja de ruta: sobrevivir en la primera y buscar el ascenso en la segunda. De sobras es conocido que los inicios no fueron fáciles, con una plantilla desanimada y poco acoplada a la nueva categoría.

 Hacía falta dar un golpe de timón y en el mercado de enero de 2016 se escribió el primer capítulo de la gran revolución, basada principalmente en la llegada de jugadores experimentados. Se salvaron los muebles. La segunda vuelta fue de play-off, y con esta mentalidad se afrontó la actual campaña. Llegó una nueva ‘remesa’ de jugadores con experiencia en la categoría y que han facilitado el trabajo a los jóvenes talentos. La mezcla ha dado frutos.

Gestión de vestuario

Y lo ha hecho gracias a un vestuario siempre unido, una piña, pese a los distintos intereses de los jugadores, desde los ‘veteranos’ como Fali, Alfaro o Perea, tan conscientes de que llegar al primer equipo es una quimera como que el Barça podía relanzar sus carreras, hasta los que sí tienen todo un futuro azulgrana por delante, como los Palencia, Carbonell, Sarsanedas o Marc Cardona. Y para completar el cóctel, la aportación clave de juveniles como Cucu, Mboula o un Aleñá que es caso aparte por ser toda una realidad. No era fácil y Gerard ha sabido gestionar este vestuario.

Evolución personal

Gerard ha ido creciendo de forma paralela al equipo. Es un técnico más maduro y que ha encontrado la medida justa entre la complicidad con el jugador y la lógica distancia. También ha ayudado un cuerpo técnico equilibrado, con la ‘pizarra’ de Felip Ortiz, la sabiduría de García Pimienta y la experiencia de Carlos Busquets.

Apuesta por la cantera

Desde el primer momento, Gerard se ha mostrado como un firme defensor de la cantera azulgrana –que disfrutó como jugador–, ha subido hasta a 10 juveniles y ha mantenido la filosofía en el seno de un filial que se ha mostrado inalterable incluso al poco ‘feedback’ con el primer equipo, al margen de algún momento puntual o de un Aleñá que sí se ha ganado el ‘corazoncito’ de Luis Enrique.

Otro de los méritos de Gerard ha sido que los que han subido para entrenarse o, con suerte, ir convocados con los grandes mantuvieran la tensión y la ilusión cuando han vuelto a ‘aterrizar’ en el filial azulgrana. 

Ahora el de Granollers, si se cumple el ansiado ascenso, verá recompensado su trabajo con una oferta de renovación.