El pico de excelencia que encontró Xavi en la Supercopa

El técnico de Terrassa se topó con una catapulta con la Supercopa del año pasado y la final contra el Madrid fue uno de los momentos cumbre de buen juego con él en el banquillo

Osasuna ya fue el curso pasado un punto de inflexión y este Barça necesita un buen partido para coger moral e ir a por el trofeo

¡El Barça levantó la Supercopa!

El Barça ganó la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid / FCB

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

El Barça de Xavi no llega con las mejores sensaciones posibles a esta Supercopa de España en Arabia. Pero tampoco lo hacía el año pasado y acabó encontrándose y desplegando un juego más que convincente para llevarse el trofeo en Riyad.

20 partidos consecutivos sin ganar por más de un gol y abonado, demasiado abonado, a la épica y a sufrir para llevarse los encuentros. El ‘feeling’ de este Barça no es, seguramente, el mejor para pensar en una reedición de la Supercopa de España. Pero este Barça también ha demostrado desde que el técnico egarense aterrizó en el banquillo azulgrana una gran resiliencia y capacidad de levantarse y superar las adversidades.

UN TÍTULO ESPECIAL

Esta Supercopa puede significar, sin lugar a dudas, una especie de cama elástica para catapultarse y afrontar el denso calendario que hay por delante con mejores vibraciones y, sobre todo, con un chute de moral importante. El trofeo del año pasado se celebró con especial efusividad al ser el primero de la era Xavi en el banco y por romper una sequía y una época oscura a nivel deportivo e institucional.

LA FAMOSA VOLEA DE ANSU FATI

El año pasado se superó en la prórroga, con mucho sufrimiento, al Betis con aquel golazo de volea de Ansu Fati. Y luego en la final, cuando todo el mundo daba por bastante favorito al Madrid, el equipo cuajó uno de los mejores partidos con Xavi Hernández al mando. Hubo fluidez, triangulaciones. Se generó como nunca y todas las piezas funcionaron de forma armoniosa. Y ahí es dónde quiere regresar Xavi, a ese tarro de las esencias que el equipo ha sido capaz de destapar. Pero no de mantener y dar regularidad.

Xavi habla con Lewandowski en el entrenamiento

Xavi habla con Lewandowski en el entrenamiento / Javi Ferrándiz

Osasuna es una primera piedra en el camino peligrosa. Pero ya fue un encuentro ante los ‘rojillos’ el año pasado una especie de desatascador. Con ese partido en el Sadar marcado por la famosa expulsión de Lewandowski por tocarse la nariz y el tanto ganador de Raphinha con el equipo a remolque con uno menos.

En cualquier caso, Xavi trabaja para recuperar los niveles de confianza y rearmar a los suyos ante un reto mayúsculo. Luego llegará la Champions y es clave dar con la tecla.

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