Ocho finales sin margen de error para el Barça B

Perder ante la Cultural Leonesa no entraba dentro de los planes del filial

Perder ante la Cultural Leonesa no entraba dentro de los planes del filial / sport

La Segunda División es una montaña rusa llena de giros inesperados y emociones fuertes. El Barça B ha saboreado todo lo que ofrece una categoría durísima en la que nunca han encontrado la regularidad necesaria para vivir con tranquilidad en la zona media de la tabla. Solo en una ocasión encadenó tres victorias consecutivas, de la jornada 23 a la 25. Insuficiente para no sufrir. Pero lo más grave es que a esos tres triunfos solo le han acompañado cinco más. Habrá que pelear la salvación hasta el último minuto.

cuatro para dos

Lorca y Sevilla Atlético, colista y penúltimo, están, salvo reacción impensable, condenados al descenso. Demasiados puntos les separan de una lucha entre, sobre todo, cuatro equipos cuyo objetivo es evitar las dos plazas que quedan libres para jugar la próxima temporada en Segunda División B. A Córdoba, Cultural Leonesa, Barça B y Almería, separados por tres puntos, también podría añadirse Alcorcón, Reus y Nàstic, que no pueden tampoco despistarse. 

un calendario infernal El Barça B tiene, de lejos, el peor calendario de los equipos con los que se jugará su futuro. De las ocho jornadas que quedan por disputar, en cinco de ellas lo hará frente a clubs que están, de lleno, luchando por jugar en Primera División la próxima temporada. Huesca y Rayo Vallecano son los dos primeros, pero también deberá medirse a Sporting, Cádiz y Zaragoza, en la última jornada. Además, también deberá afrontar dos duelos directos en los que está prohibido fallar.

Gerard López dijo antes de recibir la visita de la Cultural Leonesa que “no es un partido importante, es lo siguiente”, pero el equipo cayó una vez más en el Mini. El cojín de puntos que había logrado hace semanas ya es historia. Solo queda apretar los dientes.

el mini, un infierno

Los blaugrana jugarán cuatro partidos en casa y otros cuatro fuera. Aunque suene raro, el filial ha sumado 12 de los últimos 21 puntos a domicilio, unas cifras que deberían ser suficientes para no pasar apuros. El problema está en casa, donde no ganan desde el 27 de enero. Desde entonces, tres derrotas y dos empates. Ahí está la clave: si los de Gerard mejoran en el Mini se salvarán. Si no es así, la Segunda B les espera.