Nápoles-Barcelona: El día que Junior quedó señalado

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Albert Masnou

Las dudas se fueron acumulando con el paso de las semanas, pero con él se tenía la paciencia propia de quien analiza a una joven promesa. “Ya llegará su momento, ya explotará”, se decía. Sin embargo, su participación en el equipo nunca fue trascedente y su papel se iba limitando a suplir el vacío que dejaba Jordi Alba que, esta temporada, ha sufrido más lesiones de las normales (tres en las que se ha perdido 13 partidos).

Junior Firpro nunca llegó a ser una alternativa real para sentar a Jordi  Alba sino que se limitó a ser su tapón. Jugó partidos importantes sin brillar, no fue un bastión en defensa ni decisivo en ataque. Atrás se le notaba impreciso, dubitativo, nervioso y en ataque, donde destacó especialmente en la Eurocopa Sub-21 o en el Betis, no llegaba a la línea de fondo. Nunca se soltó. Iba con un miedo que le impedía ser una opción ofensiva y le llevaba a cometer errores defensivos de bulto.

Hasta que colmó la paciencia de sus compañeros. Hubo un día en el que  en los que sus propios compañeros dejaron de confiar en él. Se recuerdan momentos en los que Messi tenía el balón y abría a banda para el lateral, un movimiento típico que hacía con Alba pero que dejó de hacer cuando estaba Junior en el campo.

Pérdida de confianza

Y es que, por ejemplo, se lo se contabiliza una asistencia en los 12 partidos jugados, un contrapunto a lo que se le pide a un lateral izquierdo. Nunca ha podido competir con Alba pese a que el internacional español no ha vivido su mejor temporada (2 asistencias en 17 partidos por, por ejemplo, 17 asistencias en 54 partidos del pasado curso). Alba no estaba a su mejor nivel y, pese a ello, había una diferencia enorme con Junior. No había debate, no había competición. Y que hubiera esta pugna fue precisamente el motivo de su fichaje, con la idea de presionar a Alba y paraque este tuviera un relevo durante los próximos años. Llegaba precedido de una buena fama labrada con España Sub 21 y con el Betis, pero...

El partido

Y así se llegó al que debía ser el tramo decisivo de la temporada en la que Alba estaba lesionado. Cayó justo antes de viajar a Nápoles y a Madrid, dos partidos que tenían que marcar el curso. Junior, además, tenía ahora a Quique Setién en el banquillo, el técnico con el que despuntó en el Betis. Ni así. El uno por uno de Jordi Gil en SPORT demuestra lo que hoy piensan los técnicos de Junior. El titular ya es significativo: Aterrado. Y el texto era el siguiente: “Sigue jugando con un miedo atroz. Nunca busca la línea de fondo y se limita a dar el pase atrás cuando está en ataque. En defensa estuvo muy frágil y, para colmo, no pudo controlar la pelota en el tanto de Mertens”. Junior no estuvo a la altura del choque y Quique Setién se puso las manos a la cabeza. Tanto que forzó a Jordi Alba, aún lesionado, para el siguiente partido, para el Bernabéu. Junior se quedó en el banquillo y no jugó ni un minuto. Había quedado señalado por su partido en Nápoles en el que su banda fue un coladero y en el que no fue productivo en ataque.

El club considera que Junior no ha dado el paso que se le esperaba y no quiere darle nuevas oportunidades porque entiende que sufre un problema psicológico, no tan lejos de lo vivido por Coutinho la temporada anterior. Hay a quienes la grandeza del Barcelona les maniata y les impide demostrar su verdadera calidad. Y esto es lo que le ha pasado a Junior. quien llegó precedido de una buena temporada en el Betis y un gran Europeo Sub 21.