Otro 'match ball' en el inferno de Joao Félix

De una final a otra. No hay tregua para el Barça de Xavi. Si complicada a nivel de presión era la vuelta de Champions ante el Nápoles, jugarse la supervivencia en Liga en el Metropolitano no es moco de pavo precisamente. 

Máxima tensión Barça-Atlético por Joao Félix

Eso sí, con unos niveles de confianza y moral distintos a los que había el martes antes de medirse con el equipo partenopeo. En el, seguramente, mejor partido de la temporada, el Barça mostró su cara más sólida. Anuló casi por completo a las estrellas de la escuadra italiana y en la faceta ofensiva el esférico transitó como nunca.

La finura y elegancia de Lamine, el colmillo de Lewy, las internadas punzantes de Cancelo, las llegadas en segunda línea de Fermín. La visión en 3/4 de campo de Gündogan. La sinfonía culé nos atrevemos a decir que no había estado tan afinada desde hacía muchos meses. Y con ese aura se ven las cosas de otra forma. 

UN ATLÉTICO DE SUBIDÓN

El escenario de esta noche es, sin duda, imponente. El cuadro colchonero demostró en la vuelta ante el Inter de Champions que es capaz de crear una atmósfera única en Europa en las grandes noches. Tras sobrevivir en Milán en la ida, el equipo del ‘Cholo’ Simeone se encomendó a su gente, al ambiente ensordecedor del Metropolitano, para tumbar con una alta dosis de épica a uno de los conjuntos más en forma del viejo continente. Y con ese ‘subidón’ de adrenalina llegará el Atlético al choque ante el Barça.

Cierto es que los objetivos en el campeonato doméstico de los colchoneros ya no son demasiado ambiciosos. A 17 puntos del liderato, los de Simeone aspiran apenas a amarrar la cuarta plaza que ahora mismo ocupan y da acceso a la próxima edición de la Champions. Y no pueden dormirse porque el Athletic está apenas dos puntos por detrás. Es por eso que el santuario rojiblanco volverá a llenarse hasta los topes y a rugir para llevar en volandas a los suyos. 

En el bando barcelonista, en el club se considera vital sacar el compromiso de esta noche en la capital para llegar al parón con el optimismo intacto. Y con el equipo vivo en las dos competiciones. El triunfo en la Liga de Campeones fue una bocanada de aire fresco a nivel económico, institucional y deportivo. Duró poco la estabilidad porque unas horas después se producía la dimisión de Eduard Romeu, eso sí. Últimamente es como un imposible que haya una semana completa de paz en can Barça.

POCOS CAMBIOS

A Xavi se le vio de nuevo con ese punto de ironía y de energía en rueda de prensa ayer. Que parecía haber perdido después de empatar en Bilbao y dejar escapar una magnífica oportunidad de apretar al Madrid. A priori, moverá pocas fichas esta noche después de la gran actuación del once titular en Montjuïc el martes. Quizás podría entrar Joao Félix, que volverá a su ‘infierno’ particular.

Pero ya ha demostrado el luso que se crece cuanto más caliente esté el clima en su contra. Sergi Roberto o Iñigo podrían ser otros de los cromos a tener en cuenta. Aunque podría agarrarse Xavi a aquello de “¿por qué tocar algo que funciona?”. Y es el momento de firmar esa semana fantástica...