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Los motivos del Barça para aceptar la cláusula de Thiago

La cláusula de rescisión de Thiago ha sido uno de los temas que más ha agitado el entorno azulgrana las últimas semanas

D.P.

Más aún tras conocer a intención del futbolista de aprovechar una de las cláusulas fijadas en su contrato cuando renovó en 2011 por cuatro temporadas más. Su cláusula, fijada en 90 millones de euros cuando firmó su nuevo contrato, descendió hasta los 18 millones tras no disputar el 60% de los partidos de esta campaña. En el momento de las conversaciones, se acordó que esta rebaja se produciría en su segunda temporada, una instancia (la inclusión de este significativo descenso de su cláusula) que no gustaba al club, pero se accedió por un gesto de buena voluntad.

En ese momento, no se veía con buenos ojos una rebaja que dejaba al club en una situación de mucha desventaja con un futbolista con el que había una gran expectativa. La posición de su agente, Pere Guardiola, entonces fue inflexible. El jugador nunca ha estado cómodo con un papel secundario y pensaba que debía tener minutos para seguir creciendo, algo que entiende, no ha ocurrido en esta última temporada, donde no ha podido disfrutar del protagonismo que le gustaría en los partidos importantes.

Las negociaciones no fueron sencillas, entonces, y el agente del futbolista trató de tranquilizar al club dando a entender que Thiago solo se veía en el Barcelona. En el club, además, confiaban en que el jugador explotara y tendría una presencia suficiente como para llegar a ese 60%. En el entorno del jugador aseguraban que el mediocampista se encontraba muy cómodo en el equipo y se veía con fuerzas para competir con los grandes jugadores que había en su puesto.

El desenlace de la historia, sin embargo, ha dejado al club en una posición muy incómoda, pues el jugador saldrá del Barça por una cantidad que parece inferior al precio de mercado de uno de los jóvenes con mayor proyección del fútbol europeo. El hispanobrasileño ya ha tomado la decisión de marcharse al Bayern, un club en el que se reencontrará con Pep Guardiola, el técnico que guió sus inicios en la primera plantilla del Barcelona y que ahora tendrá el reto de hacerle crecer en un club como el Bayern.