Automovilismo

¿Lleva razón Fernando Alonso al acusar de antiespañola a la FIA o es solo una rabieta?

El asturiano ha reavivado este 2024 su cruzada contra la Federación Internacional de Automovilismo por la diferente vara de medir con la que a su juicio se emplean los comisarios en función de la nacionalidad del piloto

"Están matando la esencia de la Fórmula 1, que es competir, jugártela y a veces no ser tan limpio. Ahora para pasar a a alguien lo tienes que pensar 20 veces dependiendo de quién seas", valora el ex jefe de equipo Joan Villadelprat

Fernando Alonso.

Fernando Alonso. / EP

Daniel Gómez Alonso

"Ya no consideraré más la Fórmula 1 como un deporte". La frase, tajante como pocas, no la pronunció un cualquiera. Corría el año 2006 y Fernando Alonso, por aquel entonces vigente campeón del mundo, emprendía su particular cruzada contra la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en una rueda de prensa histórica realizada minutos después de ser penalizado en la clasificación de un Gran Premio de Monza. Una batalla que ha mantenido durante toda su carrera y que 18 temporadas después ha alcanzado un nuevo punto álgido por la disparidad de los comisarios a la hora de sancionar acciones en la pista en las últimas semanas.

Concretamente, fue en el GP de Miami cuando todo terminó de estallar. Hasta allí llegó Alonso después de ser sancionado en las dos citas previas. En Australia, le aplicaron 20 segundos de castigo (y tres puntos de penalización en la Superlicencia) y perdió dos posiciones, del sexto al octavo, acusado de “conducción potencialmente peligrosa” por una frenada levemente anticipada en la curva seis de Albert Park y el posterior choque contra el muro de George Russell (ni siquiera se tocaron). Una sanción por el error de otro piloto, algo sin precedentes puesto que en la propia argumentación de la FIA se le declaraba “no culpable” del accidente.

En Shanghái, dos semanas después, un leve toque con Carlos Sainz que obligó al propio Alonso a abandonar después de una pelea tensa y emocionante se saldó con 10 segundos y otros tres puntos perdidos para el asturiano, cuando fácilmente se pudo resolver como incidente de carrera. En total, Alonso ha perdido seis puntos del carnet en cinco carreras (son 12 en un año los que hay que conservar para no perderse un Gran Premio) por dos incidentes como mucho livianos.

En esas desembarco la temporada en Miami, donde en la salida de la carrera al sprint vio como un Lewis Hamilton pasado de frenada arruinaba su carrera y la de su compañero Lance Stroll en la salida. También se pudo ver como Kevin Magnussen acumulaba sanciones (hasta tres recibió el danés) por salirse de pista a propósito para ayudar a su compañero de equipo arruinando la carrera del propio Hamilton, que le perseguía, sin perder ningún punto en la Superlicencia.

"Si yo hago eso, me penalizan"

"Hamilton venía desde dentro sin control del coche. Si hago yo eso, seguro que recibiría una penalización. Veremos qué deciden pero imagino que no será nada porque no es español", aseguró Alonso tras la acción, sobre el que los comisarios consideraron que "no se podía identificar a uno o más pilotos con más culpa que otro". "Siento que la nacionalidad importa. Hablaré con Mohammed (ben Sulayem), y con la FIA. Necesito asegurarme de que no hay nada malo con mi nacionalidad ni nada que pueda influir en cualquier decisión. No sólo para mí, también para la futura generación de pilotos españoles, ellos necesitan estar protegidos", subrayó Alonso al mismo tiempo que el propio Hamilton bromeaba asegurando que "volvería a tirarme con todo en la curva 1".

Apenas un día después, fue Carlos Sainz la víctima de la disparidad de criterios que se ha instalado en las carreras. El piloto de Ferrari fue llamado a declarar y antes de conocer el veredicto, ya mostró su sorpresa por la investigación. "No opino de nacionalidades, opino más de consistencia o inconsistencia en el criterio sancionador. Piastri me ha hecho algo muy parecido a lo que hizo Magnussen ayer y a él no le ha caído ninguna y no me ha devuelto la posición", decía Sainz, más políticamente correcto, al referirse al primer incidente con el australiano en su pulso por la cuarta posición. El segundo toque, que dejó tocado el alerón del McLaren, sí tuvo castigo para Carlos, que además de los cinco segundos con los que cayó del cuarto al quinto puesto recibió 1 punto en su licencia.

Sainz, también afectado

"La Fórmula 1 es anglosajona y ahora, con la entrada de Liberty, está además americanizada. Siempre ha habido una manera de mirar las cosas con los latinos y otra con los anglosajones. No diré que sea verdad que es 'antiespañola', pero hay veces que da la sensación de que sí", explica Joan Villadelprat, uno de los mayores expertos en el gran circo por sus 30 años de experiencia como director de los equipos Tyrrel, Benetton y Prost Grand Prix, además de haber sido jefe de mecánicos en Ferrari. "A Carlos y a Fernando se les permite menos que a otros. No digo que se haga a propósito pero sucede", afirma el ex jefe de equipo, conocedor por experiencia propia del problema.

"El problema es que en cada carrera tienes comisarios diferentes, lo que crea este tipo de situaciones en los que un día que una acción está penalizada y en la siguiente carrera otra igual o similar no. Cada uno interpreta el reglamento en función de cómo lo entiende", abunda Villadelprat. "Están matando la la esencia de la Fórmula 1, que es competir, jugártela y a veces no ser tan limpio. Ahora para adelantar te lo tienes que pensar 20 veces depende de quien seas, es difícil para los pilotos saber que tienen que hacer. Si hubieran sido así siempre así no habríamos visto a tipos como Senna o Schumacher", lamenta.

Una guerra que Alonso, a sus 42 años, ha asumido como suya, haciendo gala de ese temperamento guerrillero que tantos enemigos le ha granjeado. Y en la que está acompañado por Aston Martin, rendido al piloto por su rendimiento: “Tuvimos una lucha dura, nos fue mal deportivamente y además recibimos una penalización. Queremos ver peleas como la que vimos (entre Sainz y Alonso), aunque acabase mal para nosotros fue una gran pelea. Luego en la carrera hay otro incidente, un coche empuja a otro en la curva seis y no hay sanción. Los dos Ferrari se empujan fuera uno a otro (Leclerc a Sainz) sin dejar hueco en la salida y no hay nada. Fernando, de primeras, 10 segundos”, se quejó públicamente como Mike Krack, jefe de la escudería.

"Normalmente los grandes campeones no se callan, y esto molesta a la FIA porque le dejan en evidencia. Pero Fernando pasa de todo, su carrera está hecha y está por encima del bien y del mal. Ahora no se calla nada, si existieran más pilotos así se podría acabar con el problema", sentencia Villadelprat.