Liberar a Messi para remontar

A Leo Messi lo enjaularon en la ida de octavos en París (4-0) y en la de cuartos en Turín (3-0). En ambos casos, el partido acabó en drama. Los rivales intentan anularlo para evitar que su juego sea decisivo y el cuerpo técnico azulgrana tiene el claro objetivo de liberarlo para conseguir la remontada. El argentino sufrió un acoso en el partido de ida en el que la Juve llegó a utilizar hasta tres futbolistas para neutralizarle.

Y no pudo encontrar espacios, porque el Barça hizo muy poco juego de desborde por su banda. Estuvo solo y la idea es intentar crear superioridad para que el argentino pueda intervenir más y en zonas más decisivas.

¿mejor con dos laterales?

Una de las decisiones trascendentales que deberá tomar Luis Enrique es el sistema táctico para el partido de vuelta. Últimamente, el Barça está utilizando el 3-4-3, pero podrían volver a la defensa de cuatro tal y como sucedió ante la Real Sociedad.

No es un paso atrás para reforzar la zona defensiva (que también), sino la oportunidad para que jueguen dos laterales ofensivos que puedan abrir el campo y crear más espacios, sobre todo a Messi. La idea se baraja desde la debacle de Turín, pero habrá que ver si la Juventus también mueve piezas en su dibujo.

Los datos son significativos. De los 13 partidos en los que Leo Messi no ha marcado esta temporada, el Barça solo ha ganado cuatro, mientras que ha sacado cuatro empates y cinco derrotas. Cuando Messi marca, el Barça gana casi siempre.

La cuestión no es ya que el argentino marque sino que pueda entrar en juego. Y es que existe el convencimiento absoluto de que Leo es clave para que el tridente funcione. Si el argentino está activo, tanto Neymar como Luis Suárez acostumbran a marcar.

Messi no cuajó un buen partido en Turín, pero fue más mérito del planteamiento táctico de la Juventus que por su fútbol y está enchufadísimo para la vuelta. El argentino lo intentó todo y acabó bajando hasta el centro del campo para encontrar balones en condiciones y con suficiente espacio por delante para poder trenzar una jugada.

La idea es que pueda recibir mucho más cerca del área, en la zona decisiva del terreno de juego. En la remontada ante el PSG, sobre todo en la primera parte, el argentino se hartó de dar pases decisivos ante la falta de control del rival. Leo también dio dos grandes asistencias en Turín, pero sus compañeros no pudieron culminarlas en el mano a mano ante Buffon.

En el Barça están convencidos de que Messi es la gran esperanza para remontar. El y solo él. El vestuario admite que el argentino está enchufadísimo en este final de temporada y los técnicos se encomendarán a él para que obre un nuevo milagro.

Una noche mágica en el Camp Nou lo acercaría, con toda seguridad, a un nuevo Balón de Oro. El Barça se pone en sus manos.

el 'tridente' preocupa a allegri

La gran obsesión de Massimiliano Allegri siempre han sido Messi y el tridente. El técnico de la Juve está convencido de que buena parte de sus opciones pasaba por anular la línea ofensiva del Barça y trabajó para fabricar un cortocircuito que le funcionó en Turín.

Tan bien le fue el plan, que en Italia se aventuran a asegurar que hará muy pocos cambios en el once toda vez que Paulo Dybala parece totalmente recuperado. Como mucho, introducirá un centrocampista más por Mandzukic, aunque el croata tiene una gran capacidad de sacrificio y podría tener su oportunidad porque también es un valor a balón parado.

Lo que tiene claro Allegri es que la prioridad es que los tres de arriba no entren en juego. Dejará bastante libre al centro del campo del Barça y presionará la salida de balón. El entrenador de la Juventus ya pudo comprobar que si se cambia de planes, el Barça puede ser mortífero tal y como le sucedió al PSG. Atar a Messi, reducir espacios y salir a la contra serán sus bazas.