Lewandowski, mucho más que goles

Nada de lo que le está sucediendo al Barcelona en la Liga sería posible sin la presencia de Robert Lewandowski en el equipo pero hay dos datos interesantes sobre su rendimiento que conviene comentar: interviene poco en el juego y tras el Mundial, apenas ha sumado uno de los 14 goles que lleva anotados en la competición. ¿Es eso un problema para el Barça?

El presidente Joan Laporta obró el milagro consiguiendo que Lewandowski fichara por un Barcelona en ruinas que rápidamente comprobó que los 34 años de su carnet de identidad no iban a suponer ningún problema. Su extraordinaria profesionalidad explican los 635 goles que lleva anotados en su larga carrera.

El delantero polaco empezó fuerte la temporada marcando nueve goles en las primeras sierte jornadas de la Liga. Antes de irse al Mundial de Qatar todavía hizo cuatro más para cerrar las doce jornadas jugadas con la cifra de 13 goles anotados. Mejor rendimiento, imposible. El equipo, sin embargo, no convencía en su juego. Las ideas de Xavi Hernández no se traducían en una atractiva puesta en escena sobre el césped y por eso las críticas fueron permanentes, incluidas las del propio entrenador. Los resultados y la sorprendente eliminación en la Liga de Campeones provocaron evidentes dudas sobre el proyecto deportivo aunque eso sí, en la Liga, el conjunto azulgrana solo había cedido un empate ante el Rayo Vallecano en la jornada inaugural y una dolorosa derrota en el Bernabéu.

Sin lugar a dudas, Lewandowski -y Ter Stegen- aguantó al equipo en esa fase inicial de la Liga.

Poco protagonismo

Alarmó al aficionado del Barça que en la citada derrota por 3 a 1 en el campo del Real Madrid (jornada 9) su estrella apenas interviniera en 15 acciones durante los 90 minutos. Desde luego, la cifra fue impactante. No es el polaco el centro de atención del fútbol azulgrana pero jamás había estado tan aislado. Normalmente, sus cifras oscilan entre las 30 y las 40 intervenciones, que no son muchas pero sí las suficientes para sumar.

A diferencia de la mayoría de delanteros centro estrellas -como es él- del fútbol mundial, Robert es un rara avis con oficio y mentalidad colectiva, más pendiente de los goles del equipo que de los suyos. Por eso cada uno de sus movimientos tiene un sentido que mejora la jugada. Es dificil encontrar acciones egoístas de Lewandowski que provoquen la crítica del aficionado. Por eso cuando el gol no llega su fútbol sigue siendo muy apreciado.

Un dato para entender lo que está sucediendo: desde que el Barcelona juega con cuatro centrocampistas el equipo se siente más cómodo y ha enlazado una racha de resultados espectacular haciendo en muchos partidos un fútbol que augura buenas épocas. En la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid, sin duda, en el mejor partido azulgrana de la temporada, Lewandowski fue el jugador que menos balones tocó. Ante el Villarreal, fue el segundo -solo Araujo intervino menos-. Cuando el foco se centra en el centro del campo, su protagonismo es menor pero el juego del equipo, mejora. ¿Alguna queja del 9? Ninguna. Todo lo contrario.

El Mundial de Qatar

Y en esta fase está. Tras el Mundial, Lewandowski solo ha marcado un gol en la Liga -en la victoria del Barcelona en campo del Betis. Antes falló un penalty -contra el Almería- y como era expulsado -ante Osasuna-, con la consiguiente y polémica sanción de tres partidos. Sin embargo, a pesar de la sorpresa general por las estadísticas, nadie ha hablado de crisis ya que su aportación colectiva es fundamental para entender el indiscutible liderato del Barça.

Como se espera de un equipo que pretende ser campeón, el crecimiento de éste es ahora el que está soportando la ausencia de gol de su mejor delantero. Por decirlo de otra manera, el Barcelona de Xavi Hernández, en este momento dulce de la temporada, no tiene Lewandowski-dependencia. Y este hecho no es menor porque estamos hablando de uno de los mejores goleadores de la década.

Alguien podría pensar, ¿sería pertinente decir que el delantero polaco debería descansar y dejar paso a algún compañero en mejor momento de forma? Rotundamete, no. Veamos los datos, por ejemplo, de su último partido en Villarreal.

Solución en ataque

Lewandowski fue el delantero azulgrana que más remató a gol, en cuatro ocasiones: a los tres minutos tuvo un mano a mano con Reina que no supo solucionar. Quizás, éste, fue su gran error en el partido. Un hombre de su calidad no debe fallar una acción tan clara que puede condicionar el resto del partido. Y dicho esto, repitió a los 26’ con una magnífica acción combinativa con De Jong que acabó con otra gran parada de Reina y un chut potente, a los 92’, que el veterano portero del Villarreal también supo despejar. Además, a los 52’, remató fuera de cabeza un centro de Balde en una jugada que acabó anulada por fuera de juego. O sea, Lewandowski está ahí, donde debre de estar.

Su fútbol, además, produce. El gol de Pedri es extraordinario por la pared imposible que generaron entre los dos. Hay que estar muy concentrado y preciso para ejecutar una jugada como esa. Y lo que sucedió en el nuevo Estadio de la Cerámica es una buena noticia para el Barcelona porque el 0 a 1 que acabó dando los tres puntos al Barcelona solo fue una de las 12 jugadas que trazaron entre el canario y el polaco. Y no hace falta insistir en la necesidad de que dos de los mejores jugadores del equipo se encuentren a menudo.

Peró además, sus enormes cualidades para jugar con sentido en la frontal del área provocaron, por ejemplo, dos acciones de peligro de Raphinha, a los 62’, con chut cruzado fuera y a los 74’, en una acción llena de fantasía que acabó en fuera de juego, y una tercera a los 84’, con Ferran Torres, que no supo culminar con éxito.

Solución para la presión

Pero además, su dominio de la táctica y la gran capacidad para jugar con su cuerpo han significado para Xavi una gran solución para evitar la presión de los equipos rivales. Ante el Villarreal, por ejemplo, ofreció ¡17! salidas a sus compañeros cuando éstos se vieron con problemas para progresar. De estas, en 12 ocasiones salió ganador del duelo e inició jugada para el equipo y en cinco, el Barcelona acabó perdiendo el balón.

Y de estas acciones las hay de todas las maneras: desde el pase largo de Ter Stegen (68’) pasando por su ofrecimiento cuando el balón está cerrado en el lateral (Koundé, seis veces; Balde, dos) o cuando lo tienen los centrales (Christensen y Araujo, una cada uno). En estas ocasiones Lewandowski siempre se acerca a la jugada y tras el pase, protege el balón con su cuerpo.

Con los centrocampistas sucede lo mismo, conectando con Pedri (cinco jugadas), Frenkie (dos) y Kessié (una) cada vez que el Villarreal de Quique Setién arañaba en la presión. El Barcelona ha encontrado una maravillosa manera para salir de situaciones complicadas. Y este comportamiento, aunque no es espectacular ni sale en los libros de historia del fútbol, es básico para el perfecto engranaje del equipo. Un detalle más: ofrecerse en estas situaciones no es agradable ya que los golpes recibidos por la espalda por parte de los defensas centrales rivales son habituales.

Con espíritu constructivo, darle continuidad a las jugadas con un mejor rendimiento es ahora mismo un aspecto a mejorar. Y también, aprovechar sus carreras al espacio ya que el domingo pasado, por ejemplo, el Barça estuvo espeso en este aspecto, con pases fáciles poco precisos que desaprovecharon situaciones de auténtico peligro, como por ejemplo, dos contras cerradas con un mal pase de Gavi que acabó con el cabreo de Xavi Hernández en la banda, a los 11 minutos u otra de Pedri, a los 82, tras enviar un balón fácil al hueco directamente a las manos de Pepe Reina.

Imprescindible marque o no

Por todas estas cuestiones Robert Lewandowski se hace imprescindible para el equipo, marque o no. Ha anotado catorce goles en la Liga y 23, en todas las competiciones pero su fútbol da para mucho más que todo eso. Que nadie dude de que sus goles volverán pronto pero lo que jamás desaparecerá es su espíritu colectivo. El fichaje que ha hecho el Barcelona es extraordinario.